Cirios por las donaciones de órganos en los palios de Sevilla
Simbolizan que quienes se fueron al cielo regalando vida deben estar en un lugar de privilegio, junto a la Virgen, convertidos en ángeles. Las luces de esos cirios son un homenaje a familias generosas que, en momentos trágicos, supieron transformar sus lágrimas en vida y su dolor en esperanza para enfermos terminales que necesitaban recibir el trasplante de un órgano para seguir viviendo.
Los cirios llevan escritos unos mensajes, discretos y elegantes, elegidos por las hermandades y siempre relacionados con la vida: “Una Estrella para la Vida”, “Esperanza para la Vida”, “Rocío de Vida”, “Ángeles para la Vida”, etc. La patrona de los donantes de órganos de Sevilla, María Santísima de las Angustias, de la Hermandad de Los Gitanos, por séptima vez llevará un cirio rotulado con la leyenda “Lágrimas de Vida”. Según se destaca en la nota de prensa emitida por los donantes de órganos, “sus lágrimas por la muerte del Hijo se convirtieron en vida, porque su muerte, como la de los donantes, significaron la resurrección y la vida”.
El arzobispo, monseñor Asenjo, ha escrito una carta pastoral titulada ‘La donación de órganos: un gesto precioso de alto valor cristiano’. También el Papa Francisco recientemente nos animaba a impulsar este tema, que logra salvar vidas cuando ya no necesitamos nuestro cuerpo o donando en vida parte del mismo para salvar a la persona que amamos.
21 cofradías de la capital
En Sevilla capital serán 21 las hermandades las que portarán estos cirios: Dulce Nombre de Bellavista, La Hiniesta, La Estrella, La Redención, Santa Genoveva, San Gonzalo, El Cerro, San Benito, la Candelaria, La Sed, Los Negritos, Montesión, El Valle, El Silencio, Esperanza de Triana, Los Gitanos, El Cachorro, San Isidoro, El Sol, Los Servitas y La Trinidad. También en muchos pueblos, desde Guadalcanal a El Rubio, desde San Juan de Aznalfarache a Paradas y desde Morón a Gerena, son muchas las hermandades que se han unido a esta iniciativa que intenta fomentar el amor al prójimo como fuente de vida.
Esta iniciativa, surgida en Sevilla en la Semana Santa de 2008, ya se ha extendido a Málaga, Jerez, San Fernando, Rota y Cádiz.