Archidiócesis de Sevilla

Un post muy entrañable Beatriz. Su lectura también me ha traído buenos recuerdos, pero sobre todo, me ha hecho pararme a pensar si realmente en mi día a día, hago las cosas por inercia, por rutina, o pongo amor en ellas.
Muchos pensaran que el trabajo es una obligación, y no un derecho para obrar lo que Dios tiene planeado para cada uno de nosotros. En Gen. 2.15 se lee, Dios creo al hombre y «lo puso en el jardín del Edén para que trabajara» . Pero Él fue el primero en dar ejemplo, trabajó por la humanidad y lo hizo por amor. De tal manera que nosotros, como seguidores de ese Dios todo amor, tenemos que hacer de nuestro día a día, no un dejar pasar el tiempo obrando con rutina, justificándonos con “es que tengo que hacerlo”, … Intentemos poner ánimo y alegría en nuestras responsabilidades diarias, dentro y fuera de casa, y esto solo lo podremos conseguir con la oración que será el motor que nos motive a actuar con el corazón en cada momento y con todo hermano. Gracias Beatriz por conseguir con tus palabras que nos paremos a reflexionar sobre lo importante, y no sobre lo urgente.

Totalmente de acuerdo contigo, Beatriz. Cada uno con nuestra tarea, intentando hacerla bien y con intención de servir, estamos imitando a Jesucristo.
Podemos y debemos encontrar a Dios en nuestra vida, en el trato con nuestra familia, en nuestro trabajo profesional, en las tareas del hogar, en el descanso y en la amistad.
¿por qué entonces a veces nos cuesta tanto ver a Dios en estas situaciones?. ¿No será que vivimos con demasiada prisa y demasiado ruido?

Gracias, Beatriz. Y gracias, Charo!! como me identifico con esas prisas, ese intento por llegar a todo, esas contestaciones poco pensadas y fruto más del estrés que del amor…Paciencia, serenidad y mucho cariño son los ingredientes del mejor guiso. Besos a todas las que pasáis tanto tiempo como yo en la cocina y especialmente a las que lo hacéis después de una dura jornada de trabajo.

Querida Beatriz muchas gracias por seguir escribiendo en tu blog.

Me gustan tus artículos porque se notan escritos con el corazón y además son breves y sencillos para que lleguen a todo el mundo como dice nuestro Papa Francisco que por algo se puso ese nombre.

Me ha encantado el post y es una llamada a que todos los días en mitad de nuestas ocupaciones ordinarias nos paremos dos minutos a tomar conciencia de por qué hacemos las cosas porque lo que llena una vida no es hacer muchas cosas o tener muchas experiencias como se dice ahora, sino que lo que llena una vida es hacer las cosas con un sentido con una finalidad.

En la Casa de Nazareth seguro se limpiaba, se cocinaba, se pintaba, se reparaba pero José y María eran conscientes de lo que hacían que era servir a Dios. Todos podemos servir a los planes de Dios si tomamos conciencia de que somos mediadores de su amor.

Como decía el Maestro que un solo vaso de agua dado por amor al Reino no quedará sin recompensa.

Una vida sencilla la de Narazeth a los ojos de los hombres pero una vida santificada, divinizada a los ojos de Dios.

Gracias Beatriz porque haré todos los días dos minutos de meditación para no perder el sentido de las cosas.

La lámina si la meditas es toda una catequesis y da pleno sentido al pasaje evangélico de Marta y María. La Madre de Dios supo como nadie ser al mismo tiempo Marta y María.

Gracias por tus reflexiones que nos ayudan a todos a reflexionar y orar también .
Santificar el trabajo nos cuesta .Para santificar es necesario hacerlo humanamente bien, cuidando las cosas pequeñas por amor; que debe ser mucho, intenso, constante y ordenado; que lo importante era hacer el trabajo bien, no que saliera bien; que se debía hacer con rectitud de intención, sólo para agradar a Dios;… El trabajo tiene como objeto la humanización del mundo.
Y por supuesto no solo el trabajo remunerado sino el del hogar, con nuestros hijos, como catequistas…

Original manera de santificar el día a día «todo por amor y para dar gloria a Dios». A Dios lo podemos encontrar en lo más sencillo de nuestra vida, porque Dios es Amor y a cada uno nos pone en el lugar adecuado para que sepamos santificarnos con el trabajo cotidiano. Buena reflexión, Beatriz.

Cordial saludo;
Buenas noches.

Mi nombre es Ginna González S. tengo 46, vivo en Bogotá Colombia . Soy católica y amo a mi iglesia con todas las fuerzas de mi ser
Había buscado por mucho tiempo una imagen de la Santísima Virgen María en la cocina , porque quiero colocar un negocio de comida restaurante.

Soy administración de empresas , me quede sin trabajo hace dos años y medio y ha sido imposible conseguir trabajo ; y cómo me encanta la cocina y es uno de mis Hobbies quiero colocar el restaurante en honor a mi madre santisima ,con la guía de ella para así dedicarle tiempo a mí hijita de 4 años y poder generar sustento económico.

Serían tan amables por favor depermigirme utilizar la imagen de mi madre Santísima? O de informarme con quien puedo hablar para obtener el permiso de utilizar la imagen???

El negocio si es voluntad de Dios Padre se llamará «La cocina de María»
Quedo atenta a su amable respuesta, mi correo está en los datos de publicación de la nota

Quedo a la espera de su grata respuesta
Mil gracias

Ginna

Tuvimos la oportunidad de conocer a Marilo y a su esposo nos dieron el cursillo pre matrimonial cuando terminó el cursillo fuimos privilegiados de el obsequio de este cuadro autografiados por el matrimonio nos contaron el significado del cuadro para ellos y estamos muy agradecido de haber hecho el cursillo pre matrimonial