LOS PAULINOS. 100 AÑOS DE HISTORIA
Un carisma novedoso, actual, necesario ¿Cómo se vive una llamada así? Y usted, un paulino ‘de a pie’, ¿cómo se define?
Yo me definiría como una persona consagrada a Dios, que quiere llevar el Evangelio de una manera concreta a las personas de su tiempo, como hizo el padre Alberione. Tratamos que, con los medios de comunicación, esté siempre Jesucristo. Y esto lo vivimos en dos vertientes dentro de la Sociedad de san Pablo: como sacerdotes o como hermanos consagrados; los dos con la misma misión, con los mismos derechos; unos estarán detrás del altar en algunos momentos y otros delante.
¿Qué supondría para el padre Alberione disponer de tantas herramientas de comunicación –redes sociales, Internet, smartphones…- para su misión en el siglo XXI?
Yo creo que Alberione se volvería loco en el buen sentido de la locura, ¿no? Vería maravilloso todo este mundo, porque él fue pionero en muchas cosas dentro de la Iglesia, de los primeros que usaron la radio, la televisión o el cine. Hizo inmensidad de viajes en avión, lo cual en aquél momento, para un cura de pueblo hacer esos viajes, incluso trasatlánticos, visitando casi todas las comunidades fundadas en todo el mundo… Fue increíble. Posiblemente nos daría una colleja a los paulinos porque, lo digo personalmente, parecemos un poquitín cobardes en los usos de estos medios. Nos dan mucho respeto y, sin embargo, él los usaría sin ningún pudor y miedo.
En los 80 años que lleváis en España, ¿qué iniciativas apostólicas o trabajos desarrolláis “para dar a conocer Jesucristo al mundo”?
Lo más difundido y lo que más conoce la gente de nuestro apostolado son las Librerías San Pablo. Y yo siempre digo que es algo más. De allí no sólo te tienes que ir con un libro, te tienes que ir con un consejo, sintiéndote escuchado, acogido. Porque para nosotros una librería es como una Iglesia, incluso tenemos la presencia del Santísimo en una capillita de la Librería de Sevilla. Es, por así decir, un púlpito distinto al de la parroquia. Luego tenemos otra iniciativa en el mundo editorial con libros y CDs; tenemos la revista Cooperador Paulino, alguna producción de cine… Y en Sevilla tuvimos una emisora de radio durante unos 14 años, Onda San Pablo. Luego hay un apostolado que se conoce poco y también es muy querido, el apostolado bíblico. Es la Sociedad Bíblica Católica Internacional (Sobicaín), que se dedica únicamente a difundir por el mundo la Biblia.
¿Cuánto tiempo lleváis en Sevilla?
En Sevilla vamos a cumplir ahora 44 años.
¿Cómo fueron los primeros años?
En los comienzos no teníamos local. Al llegar a un lugar lo que hacíamos era ir puerta por puerta, vendiendo al estilo de los vendedores de enciclopedias. Así iban los paulinos y las paulinas, muchas veces acogidos por otros religiosos que nos ofrecían sus casas. La primera residencia que tuvimos en Sevilla estaba en la Plaza de la Alfalfa, y allí, incluso, se hacía la venta poquito a poco. Nos iban conociendo religiosas y religiosos que iban a nuestro piso a comprar material. Después pudimos adquirir una casa en el barrio del Porvenir, donde actualmente vivimos. La primera librería –que no estaba donde la tenemos ahora en Sierpes 57- era más pequeñita, estaba en el número 17. Y allí empezó la expansión. En el año 87, lo recuerdo porque yo estaba ya aquí en Sevilla, nos hicimos con este nuevo local, que es mucho más espacioso
¿Qué otras actividades evangelizadoras realizáis en Sevilla?
Siempre hemos estado insertos en la pastoral de la diócesis, en la parroquia. No obstante, con la ocasión del centenario, hemos querido dar un impulso a nuestra pastoral en Sevilla, y actualmente estamos trabajando en varias parroquias. Donde más lo hacemos es en la parroquia de San Sebastián, que es la nuestra. Allí tenemos algún grupo bíblico, en la animación de la eucaristía de los domingos, etc. Colaboramos en un proyecto que llevamos a cabo con Cáritas para personas sin techo, que se llama el ‘Proyecto Lázaro’, y organizamos talleres de medios de comunicación, de Biblia, retiros en parroquias o en colegios, y trabajamos también con el colegio de la Sagrada Familia de las Hermanas Carmelitas de Vedruna.
El beato Santiago Alberione fundó varias congregaciones e Institutos. Además de vosotros ¿existen otras presencias de Familia Paulina en Sevilla?
Sí, somos diez ramas en toda la familia. En España existen ocho, de las cuales en Sevilla estamos tres: los Paulinos, un Instituto de Vida Secular Consagrada que se llama Virgen de la Anunciación -son mujeres que se consagran a Dios por el ideal de la evangelización y hacen su apostolado en los lugares más diversos, tanto ambientes eclesiales como en su trabajo ordinario, su familia- y los cooperadores paulinos, una asociación de laicos que colaboran y se reúnen periódicamente con nosotros, viven nuestra espiritualidad y en su medida trabajan y hacen su apostolado en sus parroquias con nuestro carisma.
Este año celebráis el Centenario de vuestra fundación. ¿Cómo habéis afrontado este acontecimiento?
Uno de los retos que nos lanzó en padre general fue que volviéramos a reavivar el espíritu de Santiago Alberione, volver al espíritu original, a lo que él pensó pero con creatividad; no hacerlo como él lo hizo, pero sí con su mismo espíritu, con su intensidad de soñar, con su ímpetu. En los tres últimos años nos hemos estado preparando para ello.
¿Cómo lo vais a celebrar en Sevilla?
Además de las actividades pastorales comentadas, el miércoles 2 de abril tendremos una mesa redonda en el Círculo Mercantil, en la calle Sierpes, presidida por el obispo auxiliar, con la participación de Marcelino Manzano, delegado de Medios de la Archidiócesis, y yo mismo, en torno a los medios de comunicación y la pastoral de la Iglesia. Y el viernes próximo celebraremos una Eucaristía de acción de gracias que presidirá nuestro arzobispo en la Capilla de la Virgen de los Reyes.
Autora: Dolores Ramírez.