Hay que dar testimonio de fe mediante el ejemplo
Cuántos de nosotros estamos frente a la televisión lamentando la situación de los refugiados y cuántos acogemos a uno? Hagamos autocrítica, tenemos un fuerte déficit de empatía porque continuamente nos miramos el ombligo. Quizás, sólo nos “solidarizamos” con los demás para sentirnos bien con nosotros mismos. Pero no toda la sociedad es así, hay personas coherentes con sus principios que lleva a la acción sus palabras, algo envidiable y elogiable sin duda alguna.
Un ejemplo de ello son los voluntarios de Cáritas parroquial de San Vicente, una institución de la Iglesia -de las numerosas que tiene- que mantiene un proyecto llamado ‘Levántate y Anda’. Con él pretenden sensibilizar a la sociedad de que en Sevilla hay muchas personas, más de las que cualquiera imagina, que viven en plena calle en una situación de exclusión social.
Como comenta Inmaculada García, directora de Cáritas parroquial de San Vicente, “este proyecto consiste en que cada noche de los 365 días del año, un grupo de voluntarios sale desde la parroquia a la búsqueda de personas sin hogar con la idea de poder ir conociéndolos poco a poco”. El objetivo es estar con ellos compartiendo el tiempo libre que tienen los voluntarios para crear un acercamiento a través de, por ejemplo, llevarles caldo o darles mantas para que no pasen frío. Todo esto permite crear vínculos con estas personas para que la atención posterior sea más personalizada, trazando con ellos un plan de trabajo individualizado que les permita salir de la situación de pobreza en la que se encuentran.
El principio en el que se basa este proyecto es la aplicación directa de las obras de misericordia, inspirado especialmente en este Año Jubilar. Se organizan en grupos de tres a cinco personas que salen en ruta cada noche a encontrarse con las personas sin hogar. También hay dos días de acogida, los lunes y jueves, en los que se atiende en la parroquia a personas con pocos recursos que forman parte de la feligresía, así como a las propias personas que viven en la calle.
El papa Francisco dice que hay que ser cristianos de verdad y no de palabra, y este es el compromiso que Cáritas San Vicente mantiene: dar testimonio de fe con el ejemplo a los más desfavorecidos, sin importar el color o la religión, dignificando a la persona. Hay ciertos sectores de la sociedad que no reconocen la labor humanitaria que realiza la Iglesia, solamente porque es la propia Iglesia la que lo hace. Al mismo tiempo, también se ha avanzado para concienciar de la labor social que realizan con el surgimiento de grupos parroquiales y voluntarios implicados en actividades sociales. Inmaculada García asegura que habría que lanzar un mensaje de esperanza a la sociedad, en el que “el ser humano es compasivo, misericordioso y comprometido con los demás a pesar de tener que vivir en una época difícil”.
Será posible un mundo más justo cuando a cada uno de nosotros nos apetezca mirar por los demás en vez de por nosotros mismos. Darse a los demás es una de las acciones más reconfortantes que existen, sobre todo cuando lo haces sin esperar recibir nada a cambio. Si estás leyendo esto, piensa y pregúntate ¿Hasta dónde soy capaz de llegar para prestarme a alguien que necesite mi ayuda de verdad? ¿Hasta qué punto llega mi compromiso con Dios y con la Iglesia?
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