2021, un nuevo reto para la Iglesia Diocesana
A la espera de que la tan ansiada vacuna dé paso a un escenario más esperanzador, la incertidumbre preside en cierto modo las programaciones de agendas para el año 2021. Y la Iglesia no es una excepción. Ahora que despedimos un año que no olvidaremos nunca, toca encarar un futuro que a corto plazo se antoja, de entrada, complicado. No obstante, la primera ola de la pandemia del coronavirus sirvió, entre otras cosas, para calibrar la capacidad de adaptación de las delegaciones diocesanas. Y eso es algo que ya está en el haber de unas instancias eclesiales que, lejos de frenar sus proyectos, se reinventan para dar respuesta a los retos de esta era postcovid. Además, lo normal es que el nuevo año traiga consigo un relevo en la sede episcopal, tras la renuncia presentada por monseñor Asenjo el pasado 15 de octubre, al cumplir la edad estipulada en el Código de Derecho Canónico.
Enfocar todo hacia lo fundamental. Esta parece ser la consigna que todos los delegados asumen como propia sin que nadie la haya establecido. En el caso de las Misiones, su delegado, Eduardo Martín, afirma que “ante tanta inseguridad aquí y allí, en tierra de misión, más que nunca nos sentimos en las manos de Dios, y nos impulsa a un desapego de trabajo que pasa a ser secundario”. Es lo que se experimentó durante la campaña del Domund, “que nos obligó a trabajar más las redes sociales”, recogiendo un feedback quizás inesperado, porque “nunca he visto tanto interés y preocupación en los sacerdotes como este año”, apunta. En la campaña de la Infancia Misionera, añade, cambiará el estilo: “La animación misionera tendrá que trabajarse más en las familias y en las catequesis”. “Aunque nada suple lo presencial, esta situación nos ha llevado a elaborar un material mucho más pedagógico y creativo que estará a punto en colegios y parroquias antes de Navidad”.
Adrián Ríos, delegado de Medios de Comunicación, analiza la situación que atravesamos y la necesidad de recurrir a plataformas digitales. “Esto ha provocado una universalización de recursos, elaborados por agentes de pastoral de la Iglesia que, a la vez que suponen una riqueza, requieren también de un discernimiento”. Coincide con la opinión de otros delegados en que estos nuevos canales de comunicación “han venido para quedarse en la vida de la Iglesia”, aunque, “en orden a la eficacia, puede perderse el calor del encuentro personal”.
En el caso de la Pastoral Universitaria, aunque se han modificado algunos formatos, la consigna es mantener todas las actividades propuestas. “En síntesis, como la situación no es nueva, ya teníamos planificado el curso con este posible escenario por lo que podemos proseguir adelante, tratando de atender a la comunidad universitaria”, informa el delegado, Pablo Guija. Lo mismo se puede decir de muchas delegaciones, que han tratado de salvar las contingencias derivadas de la Covid con una implicación, mayor si cabe, de todos los voluntarios.
‘Hermano migrante, no estás solo’
El campo de acción de la Delegación de Migraciones para 2021 sería otro de no contar con el apoyo de las diversas plataformas informáticas. Fruto de este cambio de paradigma es la campaña Hermano migrante, no estás solo, que tiene como objetivo “promover el compromiso de la Archidiócesis, a través de sus comunidades parroquiales, con acciones encaminadas a favorecer la acogida, el acompañamiento y la integración de las personas migrantes, desde los valores de la cultura del encuentro de que nos habla el papa Francisco y la reciprocidad”. La cabeza visible de la Delegación de Migraciones es Salvador Diánez, que subraya cómo se quiere “hacer viral esta campaña a través de las posibilidades que tenemos gracias a las redes sociales”. “Entendemos que la situación sanitaria que vivimos nos tiene que ayudar para seguir trabajando, como Iglesia, para paliar las necesidades de los colectivos más vulnerables”, concluye.
La aparición del Directorio General para la Catequesis marca buena parte del trabajo en este sector de la pastoral diocesana. Óscar Díaz es el vicario para la Nueva Evangelización, y afirma que encara el nuevo año “desde la esperanza de que pueda ir normalizándose la situación que vivimos”. No obstante, subraya los “grandes esfuerzos” que se están haciendo para llevar la catequesis de diversas formas a los hogares y parroquias. En el campo formativo, se espera poder completar los cursos de formación de catequistas que se quedaron a medias con la irrupción de la pandemia, “ya que creemos en la importancia del encuentro personal en este proceso como clave de crecimiento”. Por otro lado, se han tenido presentes varios escenarios posibles para que los condicionantes sociales de la pandemia no sean un obstáculo insalvable en algunas convocatorias.
Asistencia litúrgica en las celebraciones
Cambiando de pastoral, la pandemia no va a traer consigo una alteración significativa en la programación de la Delegación de Liturgia. La formación del laicado en materia litúrgica seguirá siendo uno de los pilares de cara a un año en el que, según informa Luis Rueda, se seguirá prestando la colaboración necesaria “en las celebraciones ordinarias y extraordinarias que podamos tener en nuestra Catedral y fuera de ella”. En cambio, no podrán celebrarse este año las Jornadas Diocesanas de Liturgia, y, si fuera necesario, desde la Delegación se ofrecerá material para la celebración de la Semana Santa en familia.
¿Y la Semana Santa?
La reciente suspensión de las procesiones durante la Semana Santa de 2021 preside la agenda mediática de la Delegación de Hermandades, que dirige el sacerdote Marcelino Manzano. En cualquier caso, desde esta Delegación se pone el acento en tres ejes: Culto, formación y caridad. En relación con lo primero, Manzano recuerda que se promoverá “que las hermandades continúen con sus cultos internos de reglas en todo lo posible, aunque están dispensadas si por las condiciones sanitarias se hace muy difícil su celebración”. Si no se pudiesen realizar las estaciones de penitencias –uno de los escenarios sobre los que se trabaja- promoveremos los actos de piedad en las sedes canónicas con el envío de subsidios litúrgicos, poniendo el énfasis en la celebración del Triduo Pascual junto a las comunidades parroquiales correspondientes”, anuncia.
La entrada en vigor de la Ley Celaá dibuja un horizonte con algunas incertidumbres, tanto para la asignatura de Religión como para la oferta de enseñanza concertada. En cuanto al trabajo interno de la Delegación de Enseñanza, su responsable, Juan Manuel Rodríguez, destaca el recurso telemático en el día a día. Aunque tiene sus limitaciones, “está aportando nuevas experiencias muy enriquecedoras que, sin duda, han venido para quedarse. Se está ganando en trabajo cooperativo, más eficacia en las reuniones, mayor asistencia a las misma”, resume.
Desde la Pastoral de la Salud, un sector que vivió intensamente los primeros meses de pandemia, Manuel Sánchez vislumbra un año cargado de “esperanza por la llegada de las vacunas”. En este campo pastoral se trabaja con los más vulnerables -ancianos y enfermos-, y “una vez reciban las vacunas y tengan inmunidad sentiremos una gran alegría por saber que están seguros, y podremos retomar el acompañamiento presencial, aunque manteniendo ciertas cautelas hasta la erradicación total de la pandemia”, apunta.
Mes de la Familia en febrero
Como ha sucedido en buena parte de las delegaciones, la pandemia ha obligado a modificar la metodología empleada habitualmente en Pastoral Familiar. Los actos multitudinarios –bendición de imágenes del Niño Jesús, bodas de oro y plata sacerdotales, Semana de la Familia…- han sido suspendidos. Pero, a cambio, se ha optado por convocatorias telemáticas. Llama la atención la conversión de la Semana de la familia en Mes de la Familia, y para ello se ha destinado el mes de febrero, donde cada jueves se impartirá una conferencia online organizada por cada Centro de Orientación Familiar. Lo mismo sucederá con la jornada de formación de monitores de cursos de preparación al matrimonio cristiano y al bautismo. Para “compensar”, se tenderán puentes con las vicarías “para continuar la formación de matrimonios de acogida en las parroquias, bien sea presencial o telemática, en pequeños grupos”.
Diego Márquez, delegado de Pastoral Obrera, ve 2021 como “una oportunidad para realizar una lectura creyente de esta realidad y construir respuestas, para promover el compromiso que nos propone el papa Francisco, “poniendo las periferias en el centro y a los últimos en primer lugar”. Desde esta pastoral se apuesta por un cambio de mentalidad y vida: “Hace falta dar respuesta al sufrimiento provocado por la pandemia, acoger, acompañar y dar testimonio de Dios que nos llama a no abandonar al herido por la enfermedad, el paro, la precariedad y la exclusión social”. En resumen, “hacer interesantes y creíbles a las comunidades cristianas, ser signo e instrumento de comunión en Cristo en medio de la vida cotidiana del mundo obrero”.
Aplazamiento de la Imago Solis
El aplazamiento de la magna exposición Imago Solis es la consecuencia más evidente de la tarea diocesana en el ámbito del patrimonio cultural. En el lado positivo de este balance, el delegado, Antonio R. Babío, pondera la actividad que se desarrolla en el taller de restauración, recientemente inaugurado en el Arzobispado. Anuncia también la finalización de la intervención en el retablo mayor de la Parroquia del Viso del Alcor, la posible continuidad del programa Emplearte y la opción de retomar la campaña de verano de prácticas extracurriculares de los alumnos del grado de Conservación y Restauración de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Siempre, claro está, que se den las condiciones adecuadas para un desarrollo seguro.
Una de las primeras citas de la agenda religiosa de 2021 será la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, prevista para los días 18 al 25 de enero. La intención es celebrarla de forma presencial, pero esto, como casi todo, dependerá de la evolución de la pandemia. No obstante, el virus no anulará la relación que se mantiene con las iglesias ortodoxas y las comunidades evangélicas con presencia en la Archidiócesis, ni los contactos con otras confesiones religiosas.
Potenciar la presencia en el mundo digital
Desde Apostolado Seglar se pone el acento en la dimensión social del Evangelio en estos tiempos difíciles, “para seguir animando a todos a descubrir el rostro de Jesús en medio de nuestra vida, de nuestra sociedad”, subraya el delegado, Enrique Belloso. Se va a potenciar la presencia en el mundo digital, “para acompañar, formar y estar cerca de la gente, del Pueblo de Dios”, y se insistirá en la “red de comunión y acción” para reforzar la unidad en la diversidad de la comunidad eclesial.
‘Confía’ es el lema que ilustra la tarea que se desempeña en Pastoral Juvenil durante este curso. José Francisco Durán señala que “la situación actual nos plantea a los jóvenes la verdadera necesidad en la confianza en el Señor como fuente real de esperanza”. Por eso, se mantendrá una importante acción en el campo de la evangelización a través de las redes sociales e Internet y no se renunciará ni a la formación ni a la espiritualidad de comunión, “aunque –puntualiza- tengan que desarrollarse principalmente de manera virtual”. Finalmente, en el horizonte sigue estando el acontecimiento más importante de 2021, la Peregrinación Europa de Jóvenes a Santiago de Compostela.
“Cuidar al hermano sacerdote”
Terminamos este repaso a la agenda diocesana para 2021 desde la Delegación del Clero. Rafael Muñoz afronta estos meses “desde la esperanza en que pueda ir normalizándose la vida en todos los ámbitos y aspectos, y con ello –subraya- la recuperación de las actividades formativas y espirituales que cada curso pastoral propone la Delegación”. De manera particular se espera volver, “sin tantos miedos y temores”, a las reuniones arciprestales que hacen posible “vivir en vivo y en directo la fraternidad sacerdotal”. Con todo, el delegado salva una consecuencia positiva de la experiencia vivida: “Dar continuidad a la responsabilidad de cada uno en cuidar al hermano sacerdote, como lo hemos venido haciendo, y estimular los deseos de encontrarnos para animarnos, ayudarnos y alegrarnos juntos”.
