5.000 jóvenes sevillanos participarán en la Jornada Mundial de la Juventud del 1 al 6 de agosto
Más de 5.000 jóvenes de la Archidiócesis de Sevilla participarán de uno de los acontecimientos eclesiales más importantes y esperados del 2023: La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que presidirá el Santo Padre del 1 al 6 de agosto en Lisboa. Se trata de la segunda delegación más numerosa de jóvenes españoles que participará de este encuentro mundial. El sacerdote Manuel Jiménez, delegado diocesano para la Pastoral con Jóvenes, ha informado que se trata de una estimación, “porque de esos 5.000 jóvenes, 2.500 viajarán a la capital portuguesa inscritos con esta pastoral y la otra mitad se ha apuntado al encuentro juvenil con otras realidades eclesiales, colegios, congregaciones, movimientos o asociaciones de ámbito nacional”.
La organización de la JMJ ofrece a los peregrinos una experiencia que enriquece el encuentro universal y que se conoce como los días en las diócesis (Ded), en esta oportunidad, será la diócesis de Leiría (Fátima), la que recibirá a la delegación sevillana en esta modalidad previa al encuentro en Lisboa, del 26 de julio al 1 de agosto. “Unos 250 jóvenes participaremos de estos días previos a la JMJ, insertos en las realidades eclesiales de la mano de monseñor José Ángel Saiz, arzobispo de Sevilla y monseñor Ramón Valdivia, obispo auxiliar”.
Procedentes de 151 países, Lisboa acogerá a más de 300.000 jóvenes que han formalizado su inscripción para vivir esta intensa semana de encuentro, oración y comunión bajo el lema: “María se levantó y se puso en camino”.
Dimensión comunitaria de la Iglesia
El delegado de esta pastoral expresa que los jóvenes que acudirán a la JMJ irán descubriendo poco a poco “la experiencia de peregrinación y de comunión en la Iglesia, hasta tener un verdadero encuentro con Cristo que reoriente sus vidas y que les haga conocer la voluntad que Dios tiene para ellos”.
Jiménez afirma que la JMJ “es un acontecimiento fundamental que influye positivamente en la dimensión comunitaria de la Iglesia, es decir, el joven descubre que no está solo. En definitiva, la jornada de la juventud es una llamada que rescata y convoca a otros jóvenes, para sanar las heridas del pasado y reemprender de un modo nuevo lo que viene a continuación”.