Archidiócesis de Sevilla

El Tribunal de Cuentas no ve irregularidades en la asignación tributaria de la Iglesia. El documento aprobado ayer por unanimidad en el pleno del Tribunal, y desvelado hoy por el diario ABC, desmiente la versión filtrada el pasado mes de febrero, según la cual no quedaban claros algunos destinos de los fondos que la Iglesia recibía a través de la asignación tributaria, la famosa equis que los españoles marcan libremente a favor de la Iglesia en sus declaraciones de la Renta. En este informe se subraya que la Iglesia justificó correctamente los cerca de 265 millones ingresados en 2017 por la vía de la asignación tributaria.

“Más allá de lo que estrictamente obliga la ley”

Esta noticia no pilla de sorpresa a los responsables económicos de las diócesis. En el caso de la Archidiócesis de Sevilla, el ecónomo es Alberto Benito, que recientemente presentó en rueda de prensa la Información Económica correspondiente al ejercicio 2019, con un presupuesto consolidado que ascendió a cincuenta millones de euros. Benito afirma que la transparencia y la claridad marcan la política económica de la Iglesia en España, tanto a nivel de la Conferencia Episcopal como en las esferas diocesanas. “En nuestro caso –añade- puedo decir que vamos más allá de lo que estrictamente obliga la ley en materia de transparencia”. Al respecto recuerda que en Sevilla “lo estábamos haciendo de forma natural y espontanea desde hace muchos años”, y cita como ejemplo de esta política la rendición anual de cuentas, las ruedas de prensa en las que se exponen todos los datos o la publicación de la información económica en la web diocesana, “con tal nivel de detalle que se puede llegar a la última parroquia de la diócesis”.

“No tenemos miedo a decir lo que hay”

El ecónomo diocesano de Sevilla subraya que “no solo justificamos lo que nos da Hacienda como consecuencia de la equis en la declaración de la Renta, sino también lo que recibimos por donaciones de entidades privadas y personas particulares”. “No tenemos miedo a decir lo que hay”, añade.

Las exigencias que la propia Archidiócesis se ha autoimpuesto en materia de transparencia van más allá de poner las cuentas a disposición de todos. En una diócesis como la de Sevilla, con el ingente volumen de restauraciones y mantenimientos que lleva a cabo sobre su patrimonio religioso, cobra especial relevancia el apartado de obras. Aquí también se aplican los principios de transparencia. Alberto Benito cita algunos ejemplos que explican esta dinámica: “Piense en los manuales de buenas prácticas que hemos asumido, los requisitos para contrataciones de obras, etc. En total unos quince manuales”.