Pintura del Simpecado antiguo de la Virgen del Coral (Parroquia de San Ildefonso)
En torno a la fiesta del Patrocinio de Nuestra Señora, el segundo domingo de noviembre, celebran su festividad diversas devociones marianas sevillanas, como la del Amparo o la del Coral. De esta última, que se encuentra en la sevillana Parroquia de San Ildefonso, presentamos hoy la interesante pintura que antaño presidía el Simpecado de esta antigua y hermosa advocación.
La Virgen del Coral es una pintura mural que se encuentra en la Iglesia de San Ildefonso y que puede fecharse en la segunda mitad del siglo XIV, relacionándose con la Virgen de la Antigua de la Catedral y la Virgen de Rocamador de la Parroquia de San Lorenzo. La advocación del Coral le viene por una cadena que lleva el Niño en el cuello, de la que cuelga una pequeña rama de coral que simboliza la sangre redentora de Cristo. Se trata por tanto de una prefiguración de la Pasión de Cristo, además de un símbolo eucarístico, ya que la forma ramificada del coral lo asemeja a un racimo de uvas.
Esta imagen llegó a ser muy popular en nuestra ciudad, lo cual se refleja en numerosos grabados, estampas y pinturas que servían para difundir su devoción.
La pintura que hoy estudiamos, que fue restaurada en 2016 por María del Coral Espina Ferreiro, es de pequeño formato y presenta forma ovalada, por lo que podemos establecer la hipótesis de que procede de un antiguo Simpecado, si bien actualmente se muestra en un marco dorado de rocalla. Sabemos por los estudios de Francisco Javier Gutiérrez Núñez y Valeriano Sánchez Ramos que en 1693 se funda la Congregación de Nuestra Señora del Coral, que en sus reglas incluía el rezo del rosario todas las noches por las calles y que con toda seguridad presidiría un Simpecado con la imagen de la Virgen.
Esta obra muestra una reinterpretación barroca de la Virgen del Coral tal como se presenta en la pintura mural de esta Iglesia, pero con la particularidad de mostrar el fondo que presentaba a finales del siglo XVII, cuando se le añadieron numerosos ángeles entre nubes que rodeaban la figura de la Virgen, ocultando la ráfaga de rayos dorados original que la circunda. Este añadido de los ángeles fue eliminado en una de las últimas restauraciones que ha tenido el original, la efectuada por el profesor Francisco Arquillo y Carmen Álvarez en 1980, por lo que esta pintura del Simpecado se ha convertido en un documento que nos permite conocer la apariencia que presentaba esta imagen durante el barroco. Con relación al original presenta además otras variaciones: aquí aparecen tanto la Virgen como el Niño con sendas coronas doradas que seguramente les fueron superpuestas en este periodo, en lugar de los nimbos dorados que presenta el fresco primigenio. Igualmente, el estofado del manto de la Virgen presenta un diseño que repite el anagrama de María con una corona, que no aparece en el original.
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