¿Es de verdad el Niño Jesús?
Me contó ayer un sacerdote que le invitaron a un colegio para hablarles a los alumnos pequeños sobre la Navidad. A ellos les habían dicho que el Padre les iba a traer el Niño Jesús. El sacerdote se presentó con una preciosa imagen del Niños Jesús, pero algunos se habían imaginado que de verdad iba a venir Jesús. Uno de ellos ,con pena, dijo. “No es de verdad Jesús, el Niño, es de piedra”. Otro compañero le dijo que sí era, que la “piedra” estaba por fuera, pero dentro tenia la “carne”.
Me hizo gracia, pero también me hizo flexionar esta respuesta. “dentro está la carne”. Algo así nos pasa en nuestras vidas, que vemos lo de fuera, nos quedamos en la superpie, en lo periférico…, Nos fijamos solo en eso. ¿Qué hay dentro? ¿Qué hay más allá de lo que aparentemente vemos?
Vemos a personas tan deterioradas por las calles y ahí ésta Dios con ese rostro, es una persona con toda su dignidad, es hijo de Dios… Leemos y oímos cifras aterradoras de contagiados, de muertos, de migrantes, de terremotos…, Detrás de las cifras están las persona concretas, quizás lo que no se ve.
La Navidad la hemos envuelto tanto con los regalos, fiestas, comidas, que olvidamos lo que de verdad celebramos: Que Dios viene a nosotros, se hace uno más y sigue en nuestra humanidad, aunque no lo veamos porque está recubierto de “piedras”, las que le ponemos nosotros.
Te invito a que quites tus “piedras”, quitando todo aquello que no te deja reconocerlo y te encuentres con ese Dios que vive en ti, que está de verdad.
Pensando en aquella Primera Navidad la señal era “un niños envuelto en pañales”. Todo niño estaría envuelto en pañales, no era una señal clara, pero se traspasó esa realidad y ahí está el NIÑO DIOS.
El Santo Padre ha rogado a la Virgen y a san José que nos alcancen del Niño Jesús “la gracia de que renazca en nuestro corazón la ternura, para abrazar con amor a todos, como verdaderos hermanos y hermanas”.
Que como María, que creyó en ese Niño, que era el Hijo de Dios, que sepamos nosotros reconocer a ese Dios que a veces tanto le ocultamos, y que lo mostremos a los demás desde nuestra vida ,que lo trasparentemos, y lo veamos en los demás.
6 comentarios
Gracias Pilar,qué bonitas palabras.
Cuánto nos cuesta descubrir a Jesús en nuestro día a día.
Muy acertado lo de Jesús sigue entre nosotros. Gracias por recordarlo. A veces de nos olvida
Muchas gracias
Un Niño indefenso, que Herodes busca para matarlo, pero es Dios que ha tomado nuestra naturaleza. Necesita de cuidados como todo niño. Que la Virgen y san José, nos enseñen a cuidarlo y mimarlo.
Gracias Pilar por tus pedagógicas reflexiones.
Muchas gracias siempre nos ayudan tus palabras y nos animan a seguir a Dios, un abrazo
Y cuántas piedras tenemos que quitar de nuestras vidas para llegar de verdad al Niño Jesús… pero Él esta ahí y quiere, de verdad, entrar en nuestro corazón, en todos los corazones, en todos… quitemos las piedras para que pueda entrar…
Estos versos son para que el deseo se haga realidad:
Si el Niño volviera…
Si el Niño volviera ¿a dónde vendría?
Si el Niño temblara ¿de qué temblaría?
El Niño está aquí y está junto a mí.
Si el Niño cantara ¿qué es lo que diría?
Si el Niño llamara ¿a quién llamaría?
El Niño está aquí y está junto a mí.
Si el Niño riera ¿con qué reiría?
Si el Niño sufriera ¿por quién sufriría?
El Niño está aquí y está junto a mí.
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Gracias Pilar por tu reflexión y que hagamos realidad en el Nuevo Año los deseos de esta Navidad con gran esperanza… la necesitamos