Archidiócesis de Sevilla

La campaña de Manos Unidas en un año tan complicado no podía desviar su mirada de la problemática que sufre toda la sociedad como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El propio lema elegido para esta edición -que hace la número 62- nos lleva a pensar en el factor epidemiológico que más está condicionando el día a día a todos los niveles: ‘Contagia solidaridad para acabar con el hambre’. La jornada central de esta campaña se celebrará el 14 de febrero.

Con 72 delegaciones en toda España, Manos Unidas, la organización de la Iglesia Católica en España para la lucha contra la pobreza que sufren los pueblos más excluidos del planeta, acaba de presentar su balance de actividad del pasado año, que se concreta en cifras que hablan bien a las claras de lo que supone su implicación en el destino de comunidades muchas veces olvidadas. Sirvan de ejemplo algunos datos: 72.824 socios, cuyas aportaciones periódicas hacen posible en parte la realización de 540 proyectos de desarrollo en 57 países de África, América y Asia. De esta ingente actividad, de la que dan fe los misioneros que hay repartidos por todo el mundo, se benefician directamente 1.556.957 personas. ¿Con qué dinero? El pasado año se recaudaron 43.237.328 euros en toda España, de los cuales el 88,1 % procede de donativos privados. Y muy importante: todo esto habría sido totalmente imposible de no ser por el trabajo que desarrollan los 5.788 voluntarios de Manos Unidas.

Hasta algo más de un millón de euros ascendió la recaudación del pasado año en las localidades comprendidas en la Archidiócesis de Sevilla. Una cantidad que alcanzó para financiar todos los proyectos asumidos por la delegación sevillana de Manos Unidas. Un total de 21 programas que abarcan los sectores más trabajados por esta institución: educación, derechos de la mujer y equidad, medio ambiente y cambio climático, agua y saneamiento, alimentación y medios de vida, salud y, finalmente, derechos humanos y sociedad civil.

Destino de la solidaridad sevillana

Los proyectos que se afrontarán desde Sevilla con motivo de esta campaña prácticamente clonan los destinos de los proyectos del pasado año, siendo, una vez más, la educación el área predominante. A falta de una última adjudicación, son 16 los proyectos asumidos en 2021 por la delegación sevillana –por un importe hasta la fecha de 712.578 euros-, siete de ellos localizados en países de África, cinco en el continente asiático y cuatro en América.

La solidaridad de los sevillanos, “algo que ha quedado bien probado”, como afirma María Albendea, la presidenta de Manos Unidas Sevilla, se hará realidad en localidades tan distantes como Gilgil, en Kenia, en cuya Escuela Politécnica Comboni se quiere apoyar las condiciones de enseñanza seguras; el departamento de Madriz, en Nicaragua, donde se trabaja para fortalecer la recuperación sanitaria y económica; o Villupuram, en la India, con un proyecto de promoción de las mujeres, potenciando conceptos de higiene y salud en esta comunidad del extremo sur del país.

Al igual que sucede en todas las delegaciones diocesanas, una de las prioridades de Manos Unidas es la extensión de esta red de sensibilización y solidaridad por todas las parroquias. De ahí que se apoye la creación de grupos a este nivel, de la mano del párroco y con la implicación de los voluntarios.