Archidiócesis de Sevilla

El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, visitó el Seminario diocesano misionero Redemptoris Mater el pasado sábado 19 de junio, donde tuvo la ocasión de conocer y compartir experiencias sobre la realidad del seminario y sus seminaristas con el rector, Ramón González, el vicerrector, Juan M. Sánchez y el padre espiritual, Pedro Rincón.

Durante el encuentro, mons. Saiz conoció también a los voluntarios en misión del Camino Neocatecumenal que sirven al seminario en todos los trabajos cotidianos. Después de las presentaciones, tras el rezo la Hora Intermedia y de haber escuchado la experiencia de los seminaristas, mons, Saiz Meneses dirigió unas palabras “de gran hondura espiritual y sabiduría formativa, para poner en guardia a los seminaristas, alertándolos de no entrar en el seminario y dejarse llevar, sino aprovechar bien el tiempo, que es muy breve”.

El arzobispo de Sevilla recomendó a los jóvenes estudiantes: “Estudiad, rezad, vivid estos años con mucha intensidad, dejaos formar, pedidle al Señor la gracia de que os enamoréis cada día más de Él, que Él llene vuestra vida, porque esto es lo que vale la pena, nosotros como sacerdotes, o llena el Señor nuestra vida, o llena el Señor nuestro corazón, o no habrá cargos, honores, aplausos o nóminas que sean capaces de llenarnos, o llena Él el corazón o nos volvemos insaciables en lo humano y lo material y siempre permanecemos insatisfechos. Pero cuando Él llena nuestra vida, entonces sí, tranquilos en una paz tranquila, como un niño en brazos de su madre, pues eso pedimos al Señor. Que la Virgen os acompañe siempre, encomendaos siempre a ella”. Porque de lo contrario, “cuando acaba el tiempo de formación se dice: Ay, que se me ha pasado el tiempo y no sé si lo he aprovechado suficientemente”.

Vivir la fraternidad 

Así, “un punto que es clave de cara al futuro y a la pastoral es el sentido de comunidad, que se note que hoy día es posible vivir la fraternidad, es posible vivir en comunidad, vivid la amistad cristiana en una comunidad cristiana, ese testimonio de una comunidad cristiana también es urgente e imprescindible darlo.” Por tanto, “pedid al Señor cara a cara y de corazón a corazón que te ayude, que te consuele, que te de fuerzas, que te guie, que llene tu vida”, aconsejó.

Finalmente, mons. Saiz expresó que sabía de la existencia del Redemptoris Mater, “pero una vez que, como con el seminario Metropolitano, nos hemos conocido, una vez que lo visitas y nos encontramos y nos escuchamos y nos miramos a los ojos, pues ya, cuando rezas por el seminario y los seminaristas, es distinto, ya nos hemos conocido. En esa amistad y en esa cercanía sigamos haciendo camino y que el Señor nos conceda vivir la santidad sacerdotal y nos conceda a la vez ser sus testigos en medio del mundo.”