400 aniversario de la Ermita de Gracia, de Morón de la Frontera
El 5 de julio de este año de 2021 se cumplen los 400 años de la Ermita que se encuentra en la ladera de la Sierra de Esparteros, cerca del Guadaíra, en Morón de la Frontera y que guarda la hermosa imagen de la Virgen de Gracia, en cuyo honor se celebra cada segundo domingo de octubre la tradicional romería, denominada popularmente el “Paseo de Gracia”.
Las primeras noticias documentales que se conservan de la primitiva Ermita dedicada a la Virgen de Gracia, situada a orillas del río Guadaíra, datan de los años 40 del siglo XVI. En la tercera década del siglo XVII se decide trasladar la Ermita debido con toda probabilidad a los problemas derivados de su ubicación a orillas del río, expuesta a riadas y crecidas que aceleraron su deterioro. Por ello, el 5 de julio de 1621, como se recoge en las actas capitulares de los años 1618-1621 conservadas en el Archivo Municipal de Morón de la Frontera, se solicitan al Cabildo de Morón unos terrenos en la Sierra de Esparteros o de Montegil, más retirada de la ribera izquierda del Guadaíra y cerca de la aldea que lleva el nombre de este río. Conocemos que ya en 1631 la nueva Ermita estaba edificada.
La Ermita que ha llegado a nuestros días es fruto de diferentes reparaciones y remodelaciones efectuadas a lo largo de su historia cuatro veces centenaria, si bien la apariencia actual se debe fundamentalmente a las obras realizadas a partir del año 1959, especialmente en lo concerniente a la fachada, a la cual, como señala Juan Manuel Sierra Lozano, autor de una interesante publicación sobre esta Ermita, “se le proporcionó un estilo fruto de la libre combinación e interpretación de varios rasgos de la arquitectura clásica y renacentista, con una acusada simetría en la composición”, construyéndose también en este momento la nueva espadaña en el centro de la fachada, que sustituía a la anterior que se encontraba en el lado derecho de la misma y que aparece coronada por una cruz de forja. En el año 2015 se colocó un retablo cerámico con la imagen de la Virgen, obra del profesor José Antonio García. A partir de 2016 la fachada recuperó el tradicional encalado con cal de Morón, declarada patrimonio inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2011.
La Ermita, de gran sencillez, presenta una sola nave cubierta por una bóveda, presentando al exterior una cubierta a dos aguas. En su interior destacaba el hoy desaparecido retablo mayor, fechable en torno a 1631y realizado en madera dorada y policromada, en el que la Virgen de Gracia aparecía en un templete con columnas salomónicas, mientras que en el ático figuraba una imagen de San Lorenzo mártir.
Con respecto a la Virgen de Gracia sabemos que ya en el año 1638 existía una imagen de vestir. De autor desconocido, se trata de una interesante imagen de candelero que sostiene entre sus manos al Niño Jesús, imagen de talla completa que aparece con su mano derecha en actitud de bendecir. Los rasgos del rostro de esta imagen mariana recuerdan indudablemente la escultura de la escuela sevillana del siglo XVII, pudiéndose relacionar con la producción cercana al taller del escultor cordobés Juan de Mesa.
Los atributos de orfebrería que lleva la Virgen completan su lectura iconográfica como la Llena de Gracia (cf. Lc 1,28). Así, con su mano derecha sostiene el cetro, símbolo de su realeza al igual que la corona con las doce estrellas, que junto a la media luna que lleva a sus pies y la ráfaga que circunda a esta imagen mariana, aluden a la Mujer Apocalíptica de Ap 12, 1. El Niño por su parte porta corona, diadema o potencias, atributos de su divinidad y en su mano izquierda sostiene el orbe, símbolo del Salvador, que muestra a Cristo como Rey del Universo. En los traslados de su Ermita a Morón, tanto la Virgen como el Niño visten el atuendo propio de los viajeros de los siglos XVII y XVIII, que tradicionalmente es conocido como “de pastora”.
Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural
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