El papa Francisco convoca las «24 horas para el Señor» los días 25 y 26 de marzo
La Iglesia en Sevilla se suma a la celebración de las ‘24 horas para el Señor’, una jornada de oración ante el Santísimo, iniciativa del papa Francisco para redescubrir en el seno de la Iglesia el Sacramento de la Reconciliación y que este año lleva como lema “En Él, tenemos el perdón”. Es una celebración que tiene lugar el viernes y sábado que anteceden el IV Domingo de Cuaresma, este año los días 25 y 26 de marzo.
El Santo Padre al respecto de esta iniciativa que surge en torno a la celebración del Jubileo Extraordinario de la Misericordia dice que son “muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior” (Bula Misericordiae Vultus, n.17).
Así mismo recuerda en el documento citado que «los confesores han de ser un verdadero signo de la misericordia del Padre, que ser confesores no se improvisa y se llega a serlo cuando, ante todo, nos hacemos nosotros penitentes en busca de perdón». Finalmente recuerda a los confesores que esta tarea significa participar de la misma misión de Jesús siendo signos del primado de la misericordia.
Al respecto, Óscar Díaz, vicario episcopal para la Nueva Evangelización explica que como cada año las comunidades parroquiales pueden propiciar algún encuentro de oración y espacios para la confesión durante los días 25 y 26 de marzo.
Para ello el Pontificio Consejo ha elaborado un subsidio, tanto para la oración comunitaria como para preparar bien la confesión”.
Sobre el Subsidio
El material preparado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización se divide en dos partes: en la primera se presentan algunos textos que animan a vivir de forma consciente el encuentro con el sacerdote en el momento de la confesión individual. También pueden servir para prepararse (por sí mismo o bajo la guía de un ministro) a la contrición perfecta, en caso de que no sea posible acercarse temporalmente al Sacramento de la Reconciliación. Finalmente, presenta el testimonio de una persona que “puede inspirar nuestras propias vidas para hacer obras de misericordia y continuar en el crecimiento personal después de recibir la absolución de los pecados”.
Por otro lado, la segunda parte del subsidio puede utilizarse durante el tiempo de apertura del templo, para que quienes puedan acceder a ella para confesarse puedan ser ayudados en la oración y la meditación a través de un camino basado en la Palabra de Dios. Este libro de recursos también resulta útil para preparar una catequesis sobre la necesidad de la conversión y sobre el Sacramento de la Reconciliación.
