“Siendo Sevilla tierra mariana por excelencia era necesario que la Facultad de Teología incluyera formación específica sobre la Virgen”
La Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla ha acogido esta mañana la celebración de la II Jornada de Mariología, que en esta ocasión se ha centrado en la mediación de la Virgen María, con motivo del centenario de la concesión de la Misa de Santa María Medianera de todas las gracias por el papa Benedicto XV en 1921.
La jornada ha sido organizada por la Cátedra de Mariología, dirigida por el sacerdote diocesano y profesor de la Facultad Álvaro Román, quien defiende que este tipo de formación es siempre muy bien acogida en la diócesis hispalense porque “Sevilla y su provincia siempre han demostrado una devoción mariana de forma especial. De hecho, es conocida como ‘la tierra de María y lo lleva por título en el emblema de la ciudad”. De esta forma, se antojaba como “una necesidad que, dentro de todo lo que se puede ofrecer desde la Facultad de ámbito teológico, se incluyera algo específico de la Virgen”.
El invitado principal de esta segunda Jornada de Mariología ha sido Javier Ijalba, doctor en Teología Dogmática y profesor del Centro de Teología de Getafe, además de miembro de la Sociedad Mariológica Española, que ha aportado una argumentación teológica de la mediación de María.
Por su parte, Román ha reflexionado sobre cómo la piedad popular manifiesta la mediación de María no solo desde la creencia, sino que “como creyentes experimentamos la presencial maternal de María, que nos acompaña e intercede por nosotros”. De esta forma, “la piedad popular se convierte en un lugar teológico para reflexionar en qué consiste la mediación de la Virgen”.
En esta línea, Román ha destacado algunos ejemplos de expresiones y ejercicios de esta piedad popular mediante los cuales se entiende la mediación mariana, entre ellos, el rezo del Santo Rosario.
Finalmente, ha ofrecido algunas claves para orientar la piedad popular en la actualidad teniendo en cuenta dos principios: “La liturgia y la orientación cristocéntrica de la Teología, para que expresen una adecuada compresión de la mediación de María según el Magisterio de la Iglesia, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II y el estudio del pensamiento de Juan Pablo II”.
El estudio es también “una labor evangelizadora”
La celebración de estas jornadas busca valorar, investigar y dar a conocer la Mariología, uno de los principales objetivos de la Cátedra. Además de este, indica Román, se persigue crear un fondo bibliográfico especializado en Mariología, en colaboración con la Biblioteca Benedicto XVI, publicaciones de hermandades, universidades o de la propia Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. En este sentido, “también estamos proyectando algún tipo de convenio con la Pontificia Facultad Mariana de Roma”.
Sin embargo, el objetivo último de esta Cátedra es seguir profundizando en el misterio de la Virgen María, un misterio que no se ha agotado tras dos mil años de estudio.
En palabras de Álvaro Román, “los cristianos tenemos que dar razón de nuestra esperanza y argumentarla adecuadamente para que el mundo crea. Se trata de una labor evangelizadora y apostólica”. Precisamente para fundamentar estas cuestiones acerca de la Madre de Dios, hablar de devociones y dogmas marianos “está la Cátedra de Mariología que ofrece la Facultad. Debemos sentirnos afortunados de que este centro blinde un espacio tan destacado a la Virgen a través de las asignaturas, de la misma Cátedra e incluso mediante una especialidad académica, segunda en Europa después del Centro Mariológico de Roma”.
