La Capilla de las Doncellas vuelve a formar parte de la visita cultural de la Catedral
El Cabildo Catedralicio ha anunciado recientemente que la Capilla de la Anunciación, popularmente conocida como de las Doncellas o de las Vírgenes, volverá a formar parte de la visita cultural a la Seo tras permanecer cerrada varios meses por motivos pastorales.
Esta capilla adquiere su nombre de la Hermandad de las Doncellas, fundada en 1521 por el presbítero Micer García de Gibraleón. La misión principal de esta corporación era otorgar dotes a doncellas “pobres y honestas” que carecieran de medios económicos que aportar al matrimonio, vinculando para ello bienes y rentas provenientes de la primera dotación de García de Gibraleón, y mantenida posteriormente con las limosnas de fieles y devotos.
Según consta en el Libro Blanco del Archivo de la Catedral, en el que están asentadas todas las dotaciones de la Santa Iglesia, García de Gibraleón dotó a la Capilla de Nuestra Señora de la Anunciación con “ochenta ducados cada un año”.
De la actividad de esta hermandad se tienen noticias gracias al fondo documental de su archivo, conservado en la actualidad en el Archivo de la Catedral hispalense, formado por libros y legajos que ocupan un total de 21 metros lineales.
El tipo de información que recoge es fiel reflejo de las actividades de la institución a la que perteneció, con una tipología documental que va desde libros de actas a libros copiadores o libros de dotes, aunque la documentación económica es la más abundante. Algunas de las noticias más curiosas que se pueden reseñar están en los propios libros de dotes, al ofrecer datos concretos de la joven a la que se concedía la ayuda, el nombre de los contrayentes o la fecha de bautizo, así como particularidades físicas de las doncellas (estatura, color de piel, etc.). El periodo cronológico que abarca esta documentación va desde la fecha de fundación de la propia hermandad hasta el año 1926.
Sin embargo, la capilla es más antigua que la hermandad, ya que fue construida por Juan de Hoces entre 1488 y 1496. El retablo primitivo se perdió, seguramente por falta de mantenimiento, aunque se pudieron salvar las pinturas sobre tabla que lo decoraban, atribuidas al sevillano Cristóbal de Morales, fechadas poco después (sobre 1530) de la construcción de la capilla y que se aprovecharon para el actual retablo.
