La IV Asamblea de la Acción Católica General ha sido “una expresión viva de sinodalidad”
La Acción Católica General (ACG), celebró del 21 al 24 de julio, el Encuentro de Laicos de Parroquia y la IV Asamblea, en el Colegio La Salle Bonanova de Barcelona. Con el lema “Enviados a anunciar a Jesucristo con obras y palabras”, la asamblea reunió a 950 católicos de 40 diócesis de toda España, acompañados por diversos obispos como el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española y mons. Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y secretario general de la CEE.
Al respecto, el presidente diocesano de ACG en Sevilla, Rafael Morillo, expresó que el lema le suscita personalmente “la coherencia necesaria a la hora de cumplir la misión a la que estamos llamados todos los bautizados. Esta misión la debemos hacer en primer lugar con obras, a imitación de Jesús que pasó haciendo el bien y curando toda dolencia. Estas acciones, signo de nuestra coherencia de fe, posibilitarán el que sea una realidad el anuncio del Evangelio”.
Expresión de sinodalidad
Estos encuentros nacionales siempre se traducen en una renovación espiritual y, aunque es “complicado resumir lo días donde nos hemos dado cita cerca de mil laicos de parroquias, de todas las edades, acompañados por nuestros pastores, puedo decir que ha sido una expresión viva de sinodalidad, descubriendo los retos que la Iglesia, y por tanto la Acción Católica General, debe afrontar y dar respuesta para que el Reino de Dios se haga presente”, manifiesta Morillo.
En esta línea, los miembros de la diócesis de Sevilla que acudieron a Barcelona lo hicieron con gran ilusión, “trasladando la realidad de nuestro laicado, y recogiendo los frutos del trabajo desarrollado con el objetivo de revitalizar el compromiso evangelizador de la Acción Católica General en la diócesis”.
A través de talleres por sectores, infancia, jóvenes y adultos, se reflexionó sobre el “compromiso por construir un mundo mejor e impregnar nuestra sociedad con los valores del Evangelio, una responsabilidad que nace de la fe y que tiene que ser acompañada desde nuestras parroquias”.
Igualmente, puntualiza Rafael Morillo, “por medio de diversos talleres centrados en las obras de misericordia, se ha profundizado en las formas de anunciar a Jesucristo, y en cómo realizamos nuestro testimonio evangelizador, orientados siempre hacia la construcción del Reino y a la vivencia de la evangelización en comunidad”.
Al igual que con las obras, se ha reflexionado en anunciar con palabras, lo que llamamos el anuncio explícito de Cristo, ya que además de los gestos de amor, en nuestra sociedad se hace imprescindible una voluntad decidida para anunciar la Buena Noticia, aprovechando todas las ocasiones y plataformas que están a nuestro alcance, ya que no podemos dejar de contar lo que hemos visto y oído
Objetivos para los próximos años
Por otro lado, durante la IV Asamblea de la Acción Católica General, se han establecido los objetivos para los próximos cuatro años, “centrados principalmente en reformar la espiritualidad, la misión, la formación y la propia estructura organizativa, buscando desde la parroquia, el promover el encuentro con Jesucristo”.
El presidente diocesano de ACG en Sevilla agradece esta experiencia “porque ha sido un espacio inmejorable en el que hemos podido sentir como nuestras distintas generaciones están unidas por el seguimiento de Jesucristo. Por ello, la Acción Católica General es un proyecto para toda la vida, hemos mantenido un dialogo intergeneracional que nos ha permitido compartir nuestras formas de pensar, de expresarnos y también de vivir nuestra fe y anunciar a Jesucristo.