La Iglesia celebra mañana la Jornada de la Sagrada Familia bajo el lema ‘La familia, cuna de la vocación al amor’
La Delegación diocesana de Familia y Vida invita a celebrar un año más la Jornada de la Sagrada Familia, que tendrá lugar mañana viernes, 30 de diciembre, bajo el lema ‘La familia, cuna de la vocación al amor’.
Con este lema, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida -encargada de elaborar los materiales- ha querido destacar, por un lado, la cuna como espacio seguro que representa a la familia, “el lugar donde aprendemos a amar y ser amados”, explican los delegados de la Pastoral Familiar en Sevilla, Rafael Muñoz y Carmen Rodríguez. “Amamos porque hemos sido amados, en primer lugar, por Aquel que nació y nos mostró su amor desde una cuna de madera entre pajas, y luego en nuestra familia, que nos ha hecho descubrir la importancia del amor en nuestra vida”. En esta línea, proponen contemplar al Niño Dios, “hecho hombre, en una cuna” y dar gracias “por ese amor que hemos recibido de nuestras familias y que nos ayuda a descubrir cuál es la vocación a la que el Señor nos llama”.
Precisamente, este es el segundo acento que ponen los obispos españoles en esta jornada, situando a la familia como lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación al amor. En su mensaje lamentan que “atravesemos un invierno vocacional”, tanto al sacerdocio y la vida consagrada, como al matrimonio cristiano. Sin embargo, advierten, “no queremos instalarnos en una queja estéril”, porque “estamos convencidos de que la felicidad de cada persona pasa por el descubrimiento y vivencia en plenitud de la vocación que Dios ha soñado para ella desde toda la eternidad”.
Para descubrir esa vocación, entienden que es fundamental el papel de la familia en la formación de sus hijos y apuntan que ninguna institución puede suplir su labor, “especialmente en lo que se refiere a la formación de la conciencia”.
Diez claves de la Christus vivit para la familia de hoy
La subcomisión incluye en su mensaje diez pautas a la luz de la exhortación del papa Francisco Christus vivit para el discernimiento de la vocación en el seno de la familia.
En primer lugar, defienden que la familia es “el ámbito privilegiado para escuchar la llamada del Señor y para aprender a responderle con generosidad”. Igualmente, “un aspecto esencial es la educación en la fe los hijos”. No en vano, “en familia es donde mejor pueden aprender de manera sencilla y espontánea esa relación con Jesucristo vivo”. En este sentido, recomiendan la oración en familia, así como la participación frecuente en los sacramentos.
Del mismo modo, escriben en su mensaje, “se debe cuidar la formación en las virtudes para que los llamados puedan dar su sí generoso al Señor y mantenerse fieles a este sí. Esta formación también incluye la afectividad y la sexualidad en el ámbito más amplio del amor verdadero”. No obstante, matizan los obispos, “los padres deben tener muy presente en la formación de sus hijos que ‘no son dueños del don, sino sus administradores cuidadosos’”. Así, “deben enseñarlos a reconocerse como don, lo que reclama de ellos hacer una verdadera ofrenda de los hijos, renunciando a la posesión”, es decir, “los padres deben acompañar a los hijos en este discernimiento, pero no tomar las decisiones por ellos”. También señalan como clave importante “considerar la vida como ofrenda”, inspirando a los hijos a entregar su vida en el servicio.
Finalmente, proponen fomentar el conocimiento de las diversas vocaciones e instaurar una cultura vocacional, así como acercarse “a las familias que viven la marginación y la pobreza; tener muy presentes a las familias migrantes; y no dejar a un lado a las familias que han sufrido la separación y el divorcio”.
Como en años anteriores, también se ha preparado un subsidio litúrgico, una estampa y un folleto para orar en familia esta Navidad, descargable en la web de la Archidiócesis de Sevilla.