Villa Teresita y Cáritas Diocesana, las mejores aliadas para la mujer en Sevilla
La comunidad religiosa Villa Teresita está presente en la Archidiócesis de Sevilla desde el año 1978, cuyo trabajo se dirige principalmente a la mujer.
Villa Teresita desde sus inicios ha puesto en marcha proyectos que favorezcan el desarrollo integral de las mujeres que hayan sufrido algún tipo de violencia de género, que se encuentran en situación de exclusión social, ejercen la prostitución o han sido víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual.
Actualmente, a través de su Proyecto de atención integral a mujeres en situación de prostitución y/o víctimas de trata llevan a cabo cuatro actividades. En primer lugar, siendo la esencia de Villa Teresita, es la Casa-Hogar, “un lugar en el que poder ofrecerles a las mujeres que así lo deseen un hogar familiar donde puedan comenzar de nuevo y tener otra oportunidad”.
Por otro lado, la actividad ‘Nuevas Rutas’ está dirigida a mujeres que se encuentran en situación activa de prostitución, “acercándonos allí donde ellas están, creando lazos y estrechando vínculos que nos permitan poder ayudarlas a salir de la situación en la que se encuentran”.
Además, destaca el espacio ‘Atención y escucha’, habilitado para atender las demandas de las mujeres con las que trabajan en los diferentes contextos, “siendo un lugar íntimo y de confianza en el que se sientan seguras y puedan expresar sus situaciones de vida para poder ser ayudadas”.
Por último, la actividad formativa ‘Nuevos Retos’ tiene como objeto potenciar la integración de mujeres que acaban de llegar al país en su mayoría, y no tienen conocimientos básicos de la lengua. Para ello se imparten diferentes talleres con el fin de disminuir la situación de vulnerabilidad social en la que se encuentran.
Colaboración de Cáritas Diocesana
La colaboración de Cáritas Diocesana con Villa Teresita durante el 2022 “ha sido clave para la lucha contra la trata con fines de explotación sexual y para las mujeres en situación de prostitución, ya que, gracias a ello, hemos podido ofrecer recursos con los que Villa Teresita no cuenta, logrando así una intervención integral con cada mujer que se ha derivado”, expresan las religiosas. No en vano, se derivaron 27 mujeres a los recursos de Cáritas Diocesana.
Así, durante el 2022 se trasladaron a cinco de esas mujeres al Proyecto Nazaret para recibir clases de español, “todas ellas en situación de vulnerabilidad extrema, mientras residían en nuestro recurso de acogida”. Además, otras tres comenzaron distintas formaciones en el Centro Diocesano de Empleo.
Finalmente, desde Villa Teresita destacan el papel del Fondo Diocesano de Cáritas, “que ha sido fundamental para el proceso de cada mujer a la que se le ha realizado alguna ayuda”. Sobre todo, subrayan que, de las 21 mujeres derivadas, tres de ellas han logrado gracias a estas ayudas salir de la situación de prostitución.
“Por todo lo anterior, agradecemos la coordinación y colaboración de Cáritas en la atención integral de las mujeres en situaciones de prostitución o trata con fines de explotación sexual. Sin esta el trabajo realizado no habría sido posible”, concluyen las religiosas de Villa Teresita.