Los dominicos en Sevilla
La Orden de Predicadores está muy unida a Sevilla casi desde el principio ya que el antiguo convento de San Pablo se funda en el año 1248, treinta y dos años después de que se fundara la Orden. Durante estos casi ochocientos años ha estado presente en esta ciudad, mediante seis conventos de frailes a los que habría que sumar la presencia de las monjas dominicas y de los laicos. Solo faltaron de la ciudad los años comprendidos entre 1835 y 1902, desde la exclaustración hasta el regreso de los frailes. Los conventos de frailes que llegan a su final con la exclaustración y desamortización fueron, además del convento de San Pablo, del siglo XIII, el convento de Porta Coeli, en el siglo XV, los conventos de Monte-Sión, Regina Angelorum y Santo Tomás, en el siglo XVI y el convento de San Jacinto en el siglo XVII.
Los dominicos regresan a Sevilla a comienzos del siglo XX cuando se funda la comunidad de San Jacinto, que estuvo un tiempo entre Triana y Jesús de la Vera Cruz. Y a finales de la década de los 60, se funda la comunidad de Santo Tomás, como casa de formación de los estudiantes de teología, los cuales realizan sus estudios en el Centro de Estudios Teológico.
Y como indica el nombre, Orden de Predicadores, su principal misión en todo este tiempo ha sido y sigue siendo la predicación: la predicación en sus iglesias, la predicación en sus centros de estudios y en las universidades, la predicación en sus parroquias, la predicación en hermandades y otras instituciones sevillanas.
Actualmente, en Sevilla, hay un convento de dominicos, el de Santo Tomás de Aquino, que se encuentra en la calle de San Vicente, en lo que fue el antiguo monasterio de dominicas de Santa María la Real, hoy en Bormujos. Esta casa tiene dos misiones fundamentales: la parroquia de San Jacinto en el barrio de Triana y el noviciado de la provincia de Hispania. De la antigua presencia que los dominicos tuvimos en el Centro de Estudios Teológicos, con profesores como García del Moral, Herminio de Paz, Miguel de Burgos, Paco Fassio, Jesús Duque, Antonio Larios… queda la memoria de tantos alumnos que pasaron por sus aulas. Hoy, la presencia universitaria, se encuentra en la facultad de filosofía de la Universidad de Sevilla, en la que uno de los frailes, fr. Moisés Pérez, acaba de incorporarse. Además de esto, hay que nombrar el compromiso por la justicia y la paz y el cuidado de la creación que, a través de la ONG Acción Verapaz, se está llevando a cabo. Igualmente, la presencia de alguno de los frailes en el grupo diocesano de Ecología Integral o en otras instancias sociales y en la Confer Diocesana.
No puedo terminar estas breves palabras sin hacer mención a figuras de dominicos en Sevilla: Bartolomé de la Casas, obispo de Chiapas y defensor de los indios; Diego de Deza, del que celebramos este año quinientos años de su muerte, y el Talaverano y Maestro de la Orden, García de Loaysa, ambos arzobispos de la diócesis hispalense.
Fr. L. Javier Aguilera, OP