La Pastoral Vocacional califica de “éxito” la Misión Vocacional de Écija
“La misión es la bombona de oxígeno para la vida cristiana”. Estas palabras del papa Francisco fueron el lema que inspiró la Misión Vocacional acogida por el arciprestazgo de Écija los días 26, 27 y 28 de enero.
Esta misión, iniciativa del equipo formativo del Seminario junto con los sacerdotes del arciprestazgo, trató de mantener el contacto con los jóvenes tras la pasada JMJ. El objetivo era llevar a cabo esa “fermentación en los ambientes” que frecuentemente menciona el arzobispo; una fermentación que sirva para poner la vida en las manos del Señor y ser capaces de encontrar la vocación que Dios tiene para cada uno. En esta misión vocacional participaron los seminaristas del curso propedéutico, curso primero y los que forman el equipo de Pastoral Vocacional.
El fin de semana se centró principalmente en las parroquias del arciprestazgo de Écija, que comprende las parroquias de dicha ciudad y las de la localidad de La Luisiana, Cañada Rosal y Fuentes de Andalucía.
La misión comenzó el viernes por la tarde con una reunión con los grupos de catequesis de comunión y postcomunión de Fuentes de Andalucía y Cañada Rosal. “Resultó un rato agradable con los grupos más jóvenes de ambas parroquias”, señalan fuentes de la Pastoral Vocacional, en el cual los seminaristas presentaron qué es una vocación y cómo se responde a la llamada personal que el Señor hace a cada uno.
Durante la segunda parte de la tarde, tuvo lugar una adoración al Santísimo con testimonios vocacionales en la iglesia de San Francisco de Écija donde seminaristas, sacerdotes y las religiosas Peregrinas de la Eucaristía terminaron el día en presencia del Señor. El viernes se cerró con un rato de convivencia en la casa Hermandad del Rocío de Écija.
El sábado se celebró el Colegio Diocesano Santa María Nuestra Señora de Écija una gincana organizada por los seminaristas, enfocada a los más jóvenes y centrada en la figura de San Pablo, patrón de la ciudad. “Los diferentes juegos y dinámicas ocasionaron una mañana de diversión junto a los más pequeños”, apuntan.
Una vez terminada, los seminaristas pudieron conocer la Parroquia de Santa María y la iglesia de los Descalzos. Posteriormente, compartieron un almuerzo con todos los sacerdotes de Écija y con miembros de las comunidades Neocatecumenales. Al respecto, señalan que “el almuerzo fue oportunidad para ocasionar vida de fraternidad entre los futuros presbíteros y gran parte del clero que sirve en la ciudad de Écija, así como para conocer experiencias de toda una vida entregada al servicio y testimonios auténticos de fe a todas las edades”.
Por la tarde, los seminaristas se dividieron en tres grupos para conocer otra realidad de la Iglesia: los conventos y la vida religiosa presente en Écija. Visitaron así a las madres dominicas en el Convento de Santa Florentina, a las hermanas clarisas en el Real Monasterio de Santa Inés del Valle, así como a las peregrinas de la eucaristía en el Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción.
Por último, la tarde del sábado y la mañana del domingo se produjo un despliegue de los once seminaristas en algunas de las misas que se celebraron en el arciprestazgo. En dichas Eucaristías tuvieron ocasión de dar a conocer sus testimonios vocacionales y la realidad del Seminario de Sevilla.
“Los seminaristas agradecen a todos los que han hecho posible este fin de semana y esta Misión y esperan que por gracia del Señor dé frutos para bien de la Archidiócesis”, concluyen desde la Pastoral Vocacional.