Lágrimas de vida a los pies de la Virgen
El 12 de enero de 2008 se presentó el Cartel de Semana Santa que el Consejo encargó al pintor sevillano Emilio Díaz Cantelar. El cartel, con el título ‘Amargura y Esperanza’, representaba un detalle del paso de palio de la Amargura. En un cirio votivo introdujo una leyenda, discreta y elegante, en la que hacía referencia al donante de órganos que salvó la vida de su esposa, Enriqueta García Junco, trasplantada de hígado y de riñón.
Del cartel surgió la idea de introducir en los pasos de la Semana Santa un cirio dedicado a los donantes de órganos. Se fraguó en una reunión de tres personas: Manuel Román, entonces presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla; el doctor José Pérez Bernal, por entonces coordinador de Trasplantes de Sevilla y Huelva, y el autor del cartel.
Ese mismo año se fundió en el paso de la Amargura, al año siguiente en el de la Virgen de la Estrella, en la Esperanza de Triana, la Virgen de los Ángeles… Una Estrella para la Vida, Esperanza para la Vida, Ángeles para la Vida, Consuelo y Vida o Lágrimas de Vida. Estos son algunos de los mensajes que, desde entonces, portan los cirios en los pasos de palio, este último sacado del libro escrito por una madre de donante, Susana Herrera.
Cada fundido de un cirio en una hermandad va precedido de una campaña de concienciación. Y siempre han entregado los cirios familiares de donantes de órganos, donantes vivos y personas trasplantadas relacionadas con la hermandad. Amor al prójimo, valores cristianos y, sobre todo, esperanza para los enfermos que siguen esperanzo una donación. Estas son las claves de un proyecto ya consolidado que saca la mejor versión de las corporaciones cofrades. Pero, como suelen repetir desde la Coordinadora de Trasplantes, “aún queda mucho por hacer”.