Monseñor Saiz Meneses: “Los migrantes son un ícono contemporáneo de este pueblo en camino”
“Los itinerantes, los exiliados, los refugiados, los inmigrantes de hoy, como los de ayer, son cruelmente puestos a prueba por la adversidad”. Fueron algunas de las palabras que el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, pronunció en su homilía la tarde de este domingo durante la Eucaristía por la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. La misa fue celebrada en la Parroquia San Juan Pablo II, de Montequinto, organizada por la Delegación Diocesana de Migraciones y concelebrada por sacerdotes vinculados a este pastoral diocesana.
“Celebramos la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, con el lema ‘Dios camina con su pueblo’. En su mensaje, el Santo Padre nos recuerda que todos nosotros, Pueblo de Dios, somos migrantes en esta tierra, en camino hacia la verdadera Patria, el Reino de los Cielos. Los migrantes son un ícono contemporáneo de este pueblo en camino, de la Iglesia en camino y, al mismo tiempo, es en ellos y en todos nuestros hermanos y hermanas vulnerables donde podemos encontrar al Señor que camina con nosotros”.
En esta línea, el arzobispo hispalense subrayó que “Dios cuidó de Israel su siervo y cuidó de María su sierva, y también cuida de la Iglesia y de cada uno de nosotros a pesar de las dificultades y problemas que podamos tener a lo largo de la vida. Dios camina con su pueblo, con sus hijos migrantes y refugiados. Son hermanos nuestros a los que debemos acoger, ayudar, integrar”.
“Hoy – añadió – en lugar de rechazar y reprimir a quienes están en el camino, debemos prestar atención a los factores de expulsión y atracción que subyacen a la migración forzada. Nosotros también, si experimentáramos presiones similares, huiríamos. Entonces, intentemos ver a los inmigrantes como hermanos y hermanas, ya sea que se vean obligados a huir o atrapados en la frontera, o ambas cosas. Su viaje de desesperación y esperanza podría ser el nuestro. Además, como afirma el Papa Francisco en su oración final: está mal volverse egoístamente posesivo de nuestro rincón de morada terrenal temporal que Dios nos ha dado”.
Don José Ángel encomendó a toda la población migrante a la protección maternal de la Virgen María: “Nos ponemos todos bajo la protección de María santísima con esta antiquísima oración: ‘Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desoigas la oración de tus hijos necesitados, líbralos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita’”.
Feria de las naciones
Al término de la Eucaristía, la comunidad parroquial departió en la galería del templo un ágape con gastronomía tradicional de todas las nacionalidades participantes. Un momento de diálogo, acogida e intercambio cultural.
