Nuestra Señora de Villladiego, de Peñaflor, será coronada en mayo de 2026
Nuestra Señora de Villadiego, de Peñaflor, será coronada canónicamente el 9 de mayo de 2026. Así lo ha anunciado la tarde de este lunes el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, durante la Eucaristía celebrada en la Parroquia San Pedro Apóstol.
La devoción a la Virgen de Villadiego tiene su origen en la conquista de Peñaflor en 1241 por Fernando III de Castilla y León. Fue el propio monarca el encargado de traer la devoción a Santa María, siendo los caballeros y repobladores de la Orden de San Juan de Jerusalén, quienes dieron nombre a la advocación, Villadiego, relacionado estrechamente con el municipio burgalés del cual procedían. La primitiva Virgen de Villadiego, debió ser una imagen gótica sedente al gusto de la época, con su Hijo sentado en el regazo.
La Ermita de Villadiego, adquirió pronto gran fama en la comarca, y se convirtió en lugar de peregrinación, como demuestra la documentación desde 1380, año en que el cabildo catedralicio de Córdoba comienza a regularlas.
A partir de 1865 comenzó una nueva etapa para la historia de Nuestra Señora de Villadiego: se fundó la hermandad, se recuperó su ermita santuario y se restauró la imagen de la Virgen, que comenzó a ser vestida a la usanza decimonónica. Pero, sobre todo, gracias al impulso del párroco Andrés Morales Guillén, se acordó celebrar anualmente una romería estival a la ermita de Villadiego. Así, el 14 de agosto de 1926, víspera de la Asunción, tuvo lugar la primera Romería de Villadiego, tal como se conoce en la actualidad.
La romería continuó de forma inalterada con gran participación de los vecinos de Peñaflor y pueblos vecinos hasta 1936, fecha en la que la imagen de la Virgen es pasto de las llamas. Desde entonces, y tras la llegada de la actual imagen, obra de Sebastián Santos en 1937, la romería se viene celebrando todos los años. En las últimas décadas, la fiesta ha adquirido gran auge y esplendor, sobre todo a partir de la década de los 60, cuando gentes de todos los puntos de la provincia regresan a su encuentro, hasta el punto de ser una de las romerías más importantes de la provincia.
Actualmente, y fiel a su origen, la romería se celebra cada 14 de agosto, tras una semana en la que tiene lugar el tradicional triduo al alba. En las vísperas, numerosos grupos de familiares y amigos se encargan de arreglar carretas, carrozas y coches de caballo para la fiesta.
El día de la romería comienza al alba, cuando decenas de costaleros aguardan impacientes la apertura de las puertas de la ermita para colgar su medalla en el palo que ocuparán bajo las andas de la Santísima Virgen, adornada primorosamente con varas de nardos. Le acompañarán cientos de caballistas típicamente ataviados, decenas de carrozas adornadas con flores, y, junto a Ella, cientos de peregrinos a pie, vistiendo el tradicional traje de corto o de flamenca.
La Virgen de Villadiego es, sin duda, la imagen más venerada de Peñaflor, una noble villa de apenas tres mil habitantes situada a orillas del Guadalquivir. Prueba de esta veneración a la Madre de Dios, bajo la advocación de Villadiego, es el título de Patrona del pueblo, así como la medalla de la localidad, otorgada por el Excmo. Ayuntamiento en 2009.
En 2016, con motivo de la conmemoración del 90 aniversario de la primera romería, el Ayuntamiento de Peñaflor concedió a la imagen de Nuestra Señora de Villadiego las llaves del pueblo.