Dos jóvenes sevillanos participan en el X Encuentro de músicos católicos contemporáneos
La Subcomisión de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española celebró el pasado fin de semana el décimo Encuentro de músicos católicos contemporáneos, en el que han participado dos jóvenes sevillanos: Rafael Gómez y Pablo Pérez.
El encuentro se ha desarrollado bajo el lema ‘Aliados del sueño de Dios’ y ha contado con ponencias, talleres prácticos, una entrega de premios y la celebración de una vigilia de oración en la Catedral de Málaga. Para los participantes sevillanos ha sido una experiencia “muy enriquecedora”.
Rafael Gómez ya había participado en una edición anterior y reconoce que “en estos encuentros siempre te encuentras con gente de muchísimo nivel. Podemos ver lo que se hace a nivel de España y fuera de ella en cuanto a música católica”. Este fin de semana le ha ayudado a “volver con ganas de darle un impulso a este ámbito de la música católica dentro de la diócesis”. “Me siento muy contento de haber podido tener esta oportunidad”, insiste.
Rafael Gómez recibió formación en guitarra clásica y comenzó colaborando con el coro parroquial de Brenes, su localidad natal. De ahí fue participando en algunas adoraciones o encuentros por otros pueblos. “Luego empecé a cantar y actualmente colaboro con la Delegación de la Pastoral con Jóvenes amenizando musicalmente los encuentros, a la vez que gestiono los distintos grupos de nuestra diócesis”. Además, coordinó el primer encuentro de jóvenes músicos de la Archidiócesis hispalense, que tuvo lugar el curso pasado. Este primer encuentro “fue el pistoletazo de salida” para crear un Taller de Música dirigida a los jóvenes talentos que quieran recibir formación espiritual y de técnica musical para “ponerla luego al servicio de sus realidades parroquiales o eclesiales”.
Tras participar en el décimo Encuentro de músicos católicos contemporáneos, Rafael Gómez señala que “la música se enmarca dentro de lo que Benedicto XVI reflexionó acerca del arte, cuando aseguró que esta ayuda al creyente a acercarse al Sumo Bien, es decir, a Dios. Todos hemos experimentado cómo cuando hay una música adecuada en un contexto que invita a la oración, también favorece el contacto con Dios”. Finalmente, resalta la percepción que ha tenido durante el encuentro de “un resurgir que hay en la música católica actual. Hay mucha gente esforzándose para hacerlo bien, por profesionalizarlo, desde la propia Conferencia Episcopal Española hasta particulares de toda España”.
Por su parte, Pablo Pérez, un joven de apenas 16 años que ya es director del coro de su parroquia, confiesa que «mi experiencia ha sido muy bonita, porque el hecho de componer una canción que sea para el Señor nunca se me había pasado por la cabeza. Y allí me inspiraron para escribirle también a Dios». Del encuentro se lleva, además, formación técnica y un cancionero «para ampliar el repertorio». Además, explica que esta experiencia le ha ayudado a entender que «Dios me ha dado un don, un poder que Él nos regala y es precioso. Poder cantar al Señor y poder escribir tus propias letras para que sirvan de oración, ya no es solo servirle a Él, es ayudar a otros, a los que esas palabras ayuden a moverlos a la oración, consolarlos en un mal momento, responder a su acción de gracias… Este encuentro, por tanto, me ha ayudado a darme cuenta de que este don es único y que tengo que ponerlo en acción».