Archidiócesis de Sevilla

En la Capilla de San Hermenegildo de la Catedral de Sevilla, se encuentra el espléndido sepulcro del Cardenal Juan de Cervantes (1382- 1453), realizado por Lorenzo Mercadante de Bretaña (activo entre 1453 y 1467), uno de los escultores más importantes de la Catedral hispalense en aquella época.

Sobre un túmulo se encuentra la figura yacente del cardenal, y en los cuatro frentes aparece el escudo cardenalicio, sostenido por ángeles. En las cuatro esquinas y en los centros aparecen otras seis figuras, y en el basamento representaciones de leones. Tres cojines ricamente decorados sostienen la cabeza de la figura yacente del cardenal, que está revestido de pontifical con todos los detalles litúrgicos. Todo esto labrado en alabastro, de una factura excepcional. Es sin duda el mejor de los sepulcros que se conservan en la Catedral de Sevilla.

Esta extraordinaria obra artística está firmada: Lorenzo Mercadante de Bretaña entalló este bulto. Consta documentalmente que la figura del Cardenal se labró en 1453 y 1454, y en 1458 el resto de la composición.

El Prof. Hernández Díaz escribe de este sepulcro: Aparte de las perfecciones en dibujo, modelado y talla y de sus valores iconográficos, la obra tiene un sentido testimonial de extraordinario interés por cuanto nos enlaza con el renacimiento eyckiano (de Jan Van Eyck), que tuvo en Borgoña y en Flandes, las fuentes nutricias del arte de la modernidad, distintas del renacimiento clásico italiano.

Es incalculable el valor artístico de los riquísimos bordados y distintos motivos decorativos, labrados todos en alabastro, que hacen a esta obra de arte una de las más interesantes de su época. En la mitra se representa la Anunciación, y en la tira de imaginería de la casulla diversos santos no fácilmente identificables.

En medio de la riquísima escultura de la Catedral de Sevilla, este sepulcro del Cardenal Cervantes es una de las obras más significativas.

Fernando Gª Gutiérrez

Delegado diocesano de Patrimonio Cultural