UNA BUENA NOTICIA
Todos los días tenemos malas noticias.
Hoy te traigo una buena noticia. Es para ti personalmente.
DIOS TE QUIERE. Te quiere a ti con tu nombre y apellidos.
Te quiere personalmente porque tú, tu vida responde a un amor y a un proyecto nacido de su corazón original, distinto e irrepetible.
Y esto ¿por qué? Porque Dios nos hizo a cada uno en serio pero no en serie. Por eso tú no eres una pieza de repuesto para otro ni ningún otro es pieza de repuesto para ti; por eso lo que tú no hagas pudiendo hacerlo, quedará eternamente sin hacer.
Para Dios tú no eres uno de tantos, ni uno más.
Él te ama, te quiere aunque tú no le quieras a Él. Y porque te quiere te busca, te llama, te espera aunque tú no le hagas ni caso.
Él no se cansa nunca de llamar y de esperar. Él te llama, aunque tú no le escuches, porque te quiere y te necesita; y te necesita porque quiere necesitarte. Él quiere tener un encuentro personal contigo para comunicarte su amor y su proyecto y sus esperanzas puestas en ti. Escucha bien a Dios, no le tengas miedo.
Él nunca te abandona aunque tú le abandones
Yo mismo me he encontrado en mi vida muchos hombres y mujeres jóvenes y adultos cansados y sin esperanza, desilusionados, vacíos y a la deriva, que me han dicho: “Dios se ha cansado de mí”, “Se ha olvidado de mí”, “Ya me ha abandonado”. No sé si alguna vez tú también has tenido esa misma sensación. Probablemente sí.
Hoy yo quiero recordarte a ti de parte de Dios lo que Dios dijo a través de Isaías y te dice Dios a ti hoy: “¿Acaso una madre puede olvidarse de su criatura y dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo nunca te olvidaré. Mira en las palmas de mis manos te llevo tatuado” (Isaías, 49)
olvide de ti y no te abandona jamás; somos tú y yo los que nos olvidamos de Él y lo abandonamos o lo tenemos recluido en un rincón de nuestro corazón.
Dios te quiere y porque te quiere Él te dio la mayor prueba de amor, como nos dijo Jesús la última noche de su vida.
Escucha bien lo que Él dijo: “Nadie ama más que aquel que da la vida…” Y Él la dio al día siguiente por ti y por mí. Tú ya no puedes dudar de la autenticidad de su amor.
Así lo reconocía San Pablo lleno de amor y gratitud: “Me amó a mí y se entregó por mí”
Y porque te quiere se preocupa de ti y te busca y te llama para tener un encuentro contigo. No rehúyas al encuentro, no tengas miedo. Como decía Juan Pablo II: “No tengas miedo y abre las puertas de tu corazón”
Escucha a Dios que te habla hoy a ti: “Mira que Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20)
dejar un comentario