en DIÁLOGO con
En el autobús, por la calle, en cualquier espera… se ven los auriculares puestos, los móviles funcionando, escribiendo en el WhatsApp. Cada vez más el mundo de la "comunicación" nos invade más y más. Cada día estamos más “informados” y menos formados. Más “comunicados” y menos cercanos.
Me ha hecho pensar en la maravilla de la verdadera comunicación, del verdadero diálogo, de la escucha, de la cercanía, de sentir la necesidad de escuchar a nuestro mundo, de querer responderle a sus necesidades, a sus gritos, a sus búsquedas.
Solamente con el diálogo podemos acercarnos al otro y abrir un camino de comunión, donde la escucha es el elemento central, es salir para ser con el otro/a. "No olviden nunca el deber primario de la escucha y del diálogo" (Papa Francisco)
Dios nos muestra como vivir en Diálogo. Él inicio el diálogo con la Humanidad con la Creación. Sale de sí para ser con nosotros: “seréis mi pueblo y yo vuestro Dios” (Jr31, 3)
Su Palabra es Jesús, el gran regalo del Padre. Él es la Palabra que plenifica y culmina el diálogo que Dios establece con la humanidad. Jesús anuncia el Reino en un permanente diálogo y movimientos de desplazamientos para ir al encuentro de los otros. Gentes muy distintas: la Samaritana, Zaqueo, Marta, María, los fariseos… Nuestro papa Francisco nos invita constantemente a desplazarnos, a salir, a ir.
Seguir a Jesús, en nuestras tareas y apostolados, es tratar de ser anuncio viviente del Dios de Jesús. En diálogo con los pobres, con los empobrecidos: emigrantes, refugiados, desplazados la “tradición bíblica prescribe a todos los pueblos el deber de escuchar la voz de los pobres y de romper las cadenas de la injusticia y la opresión”. En diálogo con las culturas, las religiones, con la tierra, cuidando de ella, siendo responsables del planeta…
El diálogo que no es solo de palabras. El diálogo es cercanía y mucha escucha, una escucha empática y comprometida, “capaces de reconocer los valores de los demás, de comprender las inquietudes que subyacen a sus reclamos y de sacar a luz las convicciones comunes”. (Exhort. ap. Evangelii Gaudium, n. 253)
¡Qué importante es aprender a escuchar! "No puede haber paz sin diálogo", dice el papa Francisco y explicó que este es el camino ante las dificultades y los conflictos, una cultura que promueva el encuentro, el conocimiento del otro y permita que las personas dialoguen sin pelearse.
Que María, la madre de la Palabra, la virgen del silencio, nos enseñe a dialogar, a escuchar, a estar cerca de quien nos necesita, como Ella.
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