Un millón de andaluces vive en situación de exclusión severa
Estas son dos de las conclusiones del Informe sobre exclusión y desarrollo en Andalucía que elabora anualmente la Fundación Foessa, y que se ha presentado esta mañana en el Arzobispado de Sevilla.
Este informe se elabora desde 1967 y recoge algunos datos públicos. Entre ellos dos que afectan de forma significativa a la población andaluza: de un lado, Andalucía es, con un 38,3 por ciento de su población, la comunidad española con más riesgo de exclusión social. Por otra parte, se ha registrado en Andalucía un aumento del nueve por ciento en la desigualdad entre los diversos niveles de renta.
Aumento de la exclusión social
El Informe Foessa arroja además unos datos propios referidos a la comunidad autónoma andaluza. El primero de ellos es especialmente preocupante, ya que el núcleo central de población “sin problemas” es hoy una minoría en Andalucía. Guillermo Fernández Maíllo, técnico de Cáritas Andalucía, ha destacado el “aumento del proceso de acumulación de problemas en los hogares andaluces como consecuencia de la crisis”, y ha subrayado que esta corriente de exclusión social ya estaba presente antes de la crisis y está comenzando a convertirse en un dato estructural de la población andaluza.
El panorama estadístico que ofrece el Informe Foessa tiene otras variables igualmente preocupantes: el abandono de la formación entre las personas desocupadas, la constatación de una “generación expulsada” entre las personas sin empleo (“sus habilidades ya no se requieren en el sistema productivo”), el hecho de que el 22 por ciento de los hogares andaluces haya recibido avisos de corte de suministros básicos (agua, luz, etc), el empeoramiento de las condiciones de habitabilidad de muchas viviendas, etc.
Consecuencias de la crisis en el ámbito de la salud
Además, llama la atención que muchas familias se hayan visto obligadas a dejar de usar medicamentos por falta de recursos económicos. En este apartado, en el Informe también hay un apartado para el nueve por ciento de hogares que cuenta con algún miembro afectado por problemas de salud mental (fundamentalmente depresiones) y el 18 por ciento de andaluces que no han podido continuar los tratamientos médicos prescritos.
La fortaleza de la institución familiar siempre ha sido uno de los valores de la sociedad andaluza para afrontar situaciones económicas difíciles siempre. Sin embargo, Fernández Maíllo destaca que, como consecuencia de la crisis, este apoyo familiar está comenzando a debilitarse y los mayores “han pasado de ser cuidados a ser cuidadores”. En este apartado se ha hecho hincapié en el hecho de que “el 34 por ciento de los andaluces no cuenta con ningún apoyo personal cercano del que tirar en caso de problema económico”, y que cada vez más gente acuda a los servicios de Cáritas antes que a las instituciones sociales públicas.
Satisfacción del arzobispo por la respuesta de la Iglesia
Por su parte, el arzobispo de Sevilla ha mostrado su satisfacción por la respuesta de la Iglesia en estos tiempos de crisis: “estamos dando una respuesta yo creo que ejemplar ante tanto sufrimiento de una parte de nuestro pueblo”, ha subrayado. En esta línea, mons. Asenjo Pelegrina, que ha presidido el acto en representaciòn del obispo delegado para Cáritas en Andalucía, mons. Demetrio Fernández, ha añadido que “la diaconía de la caridad es un aspecto decisivo en la vida de la Iglesia”.
Anselmo Ruiz Palomo, presidente de Cáritas Regional, ha ofrecido algunos datos de este séptimo Informe Foessa referido a Andalucía: 35 indicadores que van más allá de los niveles de renta, cuatro años de trabajo investigador, 1.800 parroquias con presencia de grupos de Cáritas, etc.
En este acto de presentación del Informe Foessa han estado presentes los responsables de Cáritas de algunas diócesis andaluzas y el defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, entre otras autoridades.
ANEXO:
* Enlace al Informe Foessa.
* Galería fotográfica del acto.