Peregrinar con Santa Teresa
Parece que ya no queda nada qué decir, nuevo, sobre Santa Teresa, aunque es tan rica su persona y su obra que ciertamente no se agota. En este, su Quinto Centenario, se ha escrito tantos libros, publicaciones, exposiciones, charlas y un sin fin de celebraciones. Pero, para mí, queda algo que yo puedo decir: mi EXPERIENCIA sobre algo vivido y que ha sido toda una llamada de espiritualidad teresiana. Conocí más profundamente, «in situ», a la Santa.
Confer Sevilla organizó una peregrinación a los lugares teresianos más emblemáticos de la vida de la Santa Castellana: donde nació, creció y murió: Ávila, ciudad que vio nacer a Teresa de Jesús; Alba de Tormes, la vio morir. Lugares donde se está celebrando la exposición de “Las Edades del Hombre 2015”. Como tema principal: «Teresa de Jesús: maestra de oración». A través de la pintura, la escultura, manuscritos y otros objetos, nos han ido revelando los momentos más importantes de la vida de la Santa.
Más que el arte contemplado, que fue mucho y rico, lo principal ha sido la riqueza interior que ha supuesto recorrer su vida, su entrega a Jesús, sus inquietudes, su fidelidad a Dios para ir haciendo su voluntad, y en tiempo bien difíciles, «recios», como ella dice. Me invitó a esa “determinada determinación” de seguir a Jesucristo con mayor radicalidad y tesón.
La exposición en la Biblioteca Nacional de Madrid, «La prueba de mi verdad. Santa Teresa escritora” es otro baño de cultura y espiritualidad bebida de sus propios escritos.
Teresa, una mujer del siglo XVI, que se nos hace contemporánea. Sus escritos son actuales, llenos de fuerza y de espíritu, tan ricos y sutiles.
Vine con ese deseo de vivir el espíritu teresiano de oración, de sencillez, de alegría y de gozo espiritual. Aquello del «Solo Dios basta» me resonó nuevamente y de manera convincente.
2 comentarios
En Santa Teresa siempre se encuentra algo nuevo.Gracias por tu EXPERIENCIA. A me llena mucho eso de ser amigos fuertes de Dios. Me encantaría
Gracias por tu experiencia. Yo siempre que me encuentro con la Santa me pasa lo mismo. Quisiera ser, como ella dice «amiga fuere de Dios»