Cuidemos y amemos la Patria
Ante el panorama planteado por las elecciones catalanas, me he animado a escribir sobre el cuidado y amor a la Patria. En definitiva, esto es una dimensión social de la Fe.
Hay personas que confunden lo que es patriotismo cristiano, que se basa en el amor y tiene un carácter unificador, con el nacionalismo pagano, basado en el odio y promotor de la división. Esto lo condenó S.Juan Pablo II.
Por ello; quien promueve la división, el odio, o la discordia entre los ciudadanos de un mismo país, no sólo comente un error político sino atenta contra un bien moral.
Las personas debíamos tener una actitud ciudadana hacia el bien común, en la cual deberíamos ser menos “habitantes” y más ciudadanos.
El ciudadano es el que respeta al otro, al lugar donde vive. Debíamos tener iniciativas de nuevos cambios, pensar cada uno en qué me comprometo donde vivo para mejorar mi entorno.
Esto tendría un “efecto multiplicador” ya que mi pequeña actitud puede hacer cambiar actitudes más grandes y así sucesivamente.
Si nos cuidamos y nos miramos como hermanos, de esta manera cuidamos nuestra Patria. No puede prolongarse la situación actual, cada vez más deteriorada. Pero ante esta coyuntura debemos fomentar una esperanza que construye, un cambio.
Los políticos administran la Patria; ante esto, las votaciones en las urnas son un acto de responsabilidad que tenemos cada uno, debemos involucrarnos en ellas. Eso es también cuidar la Patria.
Pero no sólo debemos pedirles acciones a nuestros políticos sino yo también como ciudadana tengo una serie de obligaciones que cumplir con mi entorno, que es la casa de todos.
Una dimensión social de la fe es vincularme a la comunidad donde vivo, saliendo de mi misma y yendo hacia el otro. Involucrarnos en la Defensa de la Vida, Educación, apelando al diálogo con la gente….. Tener, en definitiva, actitudes transformadoras llevando un mensaje de compromiso, fe y esperanza frente al futuro. Así servimos a España, nuestra Nación.
“El buen católico, precisamente en virtud de la doctrina católica, es por lo mismo el mejor ciudadano, amante de su patria” Pio XI (Encíclica Divini illius magistri)
Tengamos un “cambio de mentalidad” que transforme e impacte la propia vida y el entorno social.
Dispongámonos a colaborar, junto a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, que nos permita vivir de acuerdo con las exigencias de nuestra dignidad.
La mayor amenaza a nuestra cultura, está en querer eliminar toda referencia o relación con Dios. Algunos grupos identificados con un laicismo radical han buscado eliminar un horizonte trascendente de todo proyecto de futuro, provocando con ello un enorme vacío existencial, en tanto que no logran satisfacer los anhelos de realización y felicidad inscritos en lo más profundo del corazón humano: “Aquí está precisamente el gran error; quien excluye a Dios de su horizonte, falsifica el concepto de la realidad y en consecuencia sólo puede terminar en caminos equivocados y recetas destructivas” (Discurso Inaugural de Aparecida, del Papa Benedicto XVI.)
El Estado y la Iglesia, cada uno a su modo, deben encontrar caminos de colaboración que les permitan servir a las personas y a la comunidad.
El problema de fondo está «en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos», señalaba con sabiduría Pablo VI. Y S.S. Benedicto XVI, en su última encíclica social Caritas in veritate, afirma que: «La pobreza y la falta de recursos comienzan a superarse cuando nos encontramos en un escenario de fraternidad, solidaridad y conciencia social» (No. 119)
También el Papa León XIII, nos explica más profundamente la comunión que existe entre el amor a Iglesia y a la patria, y que tiene en Dios a su denominador común.
“El amor sobrenatural de la Iglesia y el que naturalmente se debe a la patria, son dos amores que proceden de un mismo principio eterno, puesto que de entrambos es causa y autor el mismo Dios; de donde se sigue que no puede haber oposición entre los dos”. Papa León XIII (Encíclica Sapientiae Christianae).
El amor a la Patria sigue siendo un mandato expresado específicamente en el Catecismo, por tanto una virtud que el buen católico tiene que vivir con plena actualidad:“El amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad”. (2239)
Lo único que puede salvar este panorama que estamos viviendo hoy es la oración y la ayuda celestial, de ahí las encomiables iniciativas del “Rosario por España”.
9 comentarios
Beatriz, enhorabuena por tus valientes palabras. No seremos nunca buenos cristianos sin buscar la unidad con el prójimo, su bien, su felicidad, porque mi hermano es mi vecino y mi vecino es mi hermano. Y lamentablemente quien busca desunión y fomenta la discordia va en contra del AMOR. Gracias por tu lección magistral de Fe Patriota:
Beatriz, tu post es el idóneo para los tiempos que corren, sobre todo en España. Mientras el Papa dice “Mi deber es construir puentes”, ¿qué hacemos nosotros? destruirlos, buscamos la separación, buscamos la división de los hermanos. Debemos partir de que los cimientos de una patria saludable son las familias; si amamos y respetamos a nuestra familia, si la mantenemos unida, nos será más fácil unirnos a nuestro prójimo para buscar el bien común, y así conseguiremos, empezando por nuestro entorno más cercano, llegar a interesarnos y preocuparnos por todo nuestro país. Debemos conocer nuestra historia, sentirnos orgullosos de nuestra cultura, darla a conocer. Servir para unir, no buscar que nos sirvan para desunir. Las palabras del Papa “Sabemos que en el afán de querer liberarnos del enemigo exterior, podemos caer en la tentación de ir alimentando el enemigo interior”, pueden ser ejemplo de lo que realmente está pasando; todo lo que no es de nosotros, es enemigo que nos daña, con ello lo único que se consigue es llenar de odio los corazones, y abandonar el amor que debemos tener por el resto. Deberíamos tener claro que “Patria” no es una ideología, es un sentir, es el significado de unión de un pueblo que, aunque con diferentes modos de pensar, se mantiene unido para hacer el bien común. Mientras esto no quede claro, se politice, si relativice y se manipule, seguiremos navegando en una sociedad que busca solo el propio bienestar sin pensar en el bien de los demás que, a su vez, es nuestro bien. Gracias por tu valentía Beatriz.
Excelente artículo. Enhorabuena y gracias. Quizás deberíamos dedicar algún programa de nuestra Tertulia a hablar de esto, precisamente en el marco de lo que comentas y siguiendo la nota pastoral publicada por Archisevilla este pasado fin de semana. Gracoas!!
Acertado, oportuno y valiente post. En estos tiempos que nadie habla de amor a la patria, nos has recordado que es una virtud que ennoblece a la persona y educa a la juventud en el respeto a los mayores y en la responsabilidad hacia las nuevas generaciones. Decía Cicerón que el amor a la patria debe ser más grande que el amior a las madres porque las madres son lo que son precisamente porque la patria, esto es, las leyes hacen posible que sean madres.
El separatismo de parte de los catalanes no es sino una forma de egoísmo porque su rebelión es precisamente contra el principio de la solidaridad entre los españoles.
Por ello resulta más escandaloso si cabe cuando algún mitrado se atreve a manifestar una opinión secesionista y olvida al resto del rebaño que quiere permanecer miembro de la comunidad nacional española. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Felicidades por la valentia que demuestras escribiendo sobre este tema que tanta polémica está generando en nuestro país en estos momentos. La defensa de la Patria es impresindible, ya que se traduce en una llamada a la unidad que tanto necesita España. Mi opinión como joven universitaria es que necesitamos tener conciencia de la Historia de nuestra querida Patria, tantos siglos unida y hemos vencido toda clase de situaciones. Que las autonomías son buenas sí, pero están generando muchos problemas sobre todo en Cataluña. Piensan que no nos necesitan, pero ahora más que nunca debemos estar unidos. Son tiempos difíciles pero la solución no está en la desvinculación sino en el enriquecimiento mutuo. «La unión hace la fuerza.»
El Rosario, como dices en tu post, es clave para pedir por España y su futuro.
Y pensar en el prójimo como decía Jesús; me pongo en el lugar de aquellos catalanes, gran mayoría, que no quiere la independencia y tienen que vivir este egoísmo por parte de sus hermanos. Recemos y recemos… Y valoremos lo que tenemos…
Gracias de nuevo.
Te felicito Beatriz. Es un post muy acertado aleccionador y valiente.
Estar unidos suma…los nacionalismos mal entendidos restan…
Que el Espíritu Santo nos ilumine y elimine los reduccionismos inútiles e innecesarios.
Acertado y oportuno artículo. Gracias por publicarlo en momentos tan difíciles para nuestra Patria.
El amor a la Patria, tan debilitado en España, se enmarca, para los católicos, en el 4º mandamiento de la Ley de Dios, relativo al amor a los padres. No en vano el término Patria viene de “la tierra de los padres”.
Para amar a España es necesario conocerla, pero para conocer a fondo la historia de España hay que estar dispuesto a reconocer la vinculación de su historia a la de la Iglesia católica y en estos tiempos que vivimos este hecho es muy difícil de aceptar. Para poder hablar de unidad de España, hay que hablar de unidad de creencias, por lo que es difícil hablar de España, si no estamos dispuestos a hablar del sentido católico de su historia.
La falta de patriotismo, por desgracia, no es una novedad en la historia de España. No han faltado acontecimientos históricos en los que nuestros propios compatriotas se aliaron con potencias extranjeras en contra de España. Normalmente esta desafección a los sentimiento patrios se han producido más en las clases altas y en las llamadas clases intelectuales y por el contrario los sentimientos más españoles se han albergado en el pueblo llano.
Muy bueno el articulo Beatriz y cuanta falta hace recordar este valor que nos hace vivir plenamente nuestro compromiso como ciudadanos y fomentar el respeto que debemos a nuestra nación. Amar a la patria es un bien que garantiza la seguridad y estabilidad de vida que las personas necesitan para desarrollarse. Muchas gracias y no dejes de escribir. un abrazo .
Muy bonito el articulo Beatriz. Para mi la Patria son todos aquellos valores, afectos y símbolos que me hacen sentir a los demás como algo y alguien a lo que cuidar y amar. Un abrazo