Jubileo de los Monaguillos
El próximo sábado 9 de abril tendrá lugar en la Catedral de Sevilla el Jubileo de los Monaguillos, convocado por el Seminario Menor junto a la Delegación de Pastoral Vocacional.
La cita será a las diez de la mañana en la Capilla de Santa María de Jesús, sede del Consejo de Hermandades y Cofradías (Puerta de Jerez). Desde allí se partirá en procesión festiva (con los monaguillos revestidos y un coro) hasta el Convento de la Encarnación (Plaza Virgen de los Reyes), donde habrá una oración con las Madres Agustinas. Desde allí saldrá un pequeño paso con una imagen de la Virgen hasta la Catedral. A las doce del mediodía se celebrará una Eucaristía en la Capilla Real, ante la Virgen de los Reyes, presidida por el Arzobispo, mons. Juan José Asenjo. En dicha Eucaristía intervendrá la Escolanía Cristo del Perdón, cuyo director musical es Pablo Andrés Atoche; al órgano, M. Teresa Hurtado; y solista, Raquel Atoche. Después habrá un tiempo de juegos que concluirá con un almuerzo compartido en el Patio de los Naranjos.
Para el encuentro es importante, si se tiene, traer alba o ropa de monaguillo. También bocadillo para el almuerzo. Están invitados a participar todos los monaguillos de la Archidiócesis (parroquias, hermandades, colegios, movimientos, etc.). Para inscribirse hay que enviar un correo electrónico a menor@seminariodesevilla.com.
Carta del Arzobispo
Mons. Asenjo Pelegrina ha escrito una carta pastoral en la que destaca el “excelente servicio” que presta “este selecto grupo de niños” en las parroquias de la Archidiócesis. El Arzobispo recuerda que fue monaguillo en su infancia, “circunstancia de la que el Señor se sirvió para llamarme al sacerdocio”, y destaca que tanto Benedicto XVI como Francisco también lo fueron en su Alemania natal y en Buenos Aires, respectivamente.
El Arzobispo hace suyas las palabras de Benedicto XVI a los cuarenta y cinco mil monaguillos que participaron en el encuentro internacional que se celebró en Roma el año 2006, cuando les invitó a ser “amigos, testigos y apóstoles de Jesús”. Subraya que este servicio no se debe quedar en lo exterior, debe conllevar una “amistad realmente personal” con Dios, “capaz de dar sentido a la vida de cada uno de vosotros”.
Aconseja que el servicio al altar se preste “con actitudes de recogimiento, de auténtica devoción, que brota del corazón y se expresa en los gestos, en el canto, en las respuestas”. “Si lo hacéis como se debe, y no distraídamente, entonces vuestro testimonio llega a quienes os contemplan y sois verdaderamente apóstoles del Señor”, añade.
Mons. Asenjo hace un llamamiento contra la rutina en este servicio concreto -“no os acostumbréis nunca al altar”, aconseja- y pide a los monaguillos que lo presten “como si fuera la primera vez, como si fuera la última vez, con la sorpresa y la emoción a flor de piel, con mucho amor al Señor que os concede el privilegio grande de tenerlo tan cerca”.
Concluye su carta recordando las palabras del Santo Padre en el mencionado encuentro internacional: “¡Sed siempre amigos y apóstoles de Jesucristo!”. Reitera la invitación a participar en el Jubileo diocesano de los monaguillos y tiene también palabras para sus padres y párrocos, a quienes pide que lleven a los niños a esta cita jubilar. “Ni ellos ni vosotros os arrepentiréis”, concluye.