Celebración del centenario de las apariciones de Fátima en la Archidiócesis de Sevilla
La imagen de la Virgen de Fátima de la Parroquia del Sagrario saldrá en procesión por los alrededores de la Catedral antes del comienzo de la Vigilia Diocesana de Pentecostés, que se celebrará la tarde del sábado 3 de junio. Con esta procesión, la Archidiócesis se une a la celebración del Año Jubilar concedido por el papa Francisco con motivo del centenario de las apariciones de Nuestra Señora.
El cortejo saldrá por la Puerta de San Miguel, a las ocho de la tarde, y transcurrirá en un ambiente de oración y recogimiento por la avenida de la Constitución y la calle Alemanes, hasta entrar en el templo catedralicio por la Puerta de Palos. Seguidamente dará comienzo la Vigilia de Pentecostés en el Altar del Jubileo, presidida por el Arzobispo, en la que se consagrará a la Archidiócesis al Inmaculado Corazón de María.
Además, otras parroquias de la Archidiócesis se han sumado a esta iniciativa:
Es el caso de la recientemente creada Parroquia de San Juan Pablo II, de Montequinto, que salió el pasado sábado en procesión de velas con la imagen de la Virgen de Fátima por el Parque ‘La Colina’ con el rezo del Santo Rosario y consagración a la Virgen.
Por su parte, la Parroquia de Sta. María de la Cabeza, en Sevilla, ya viene realizando desde hace tres años una procesión de la Virgen de Fátima. Lo hace con una imagen traída desde la ciudad homónima portuguesa que destaca por el gran parecido con la que hay en la Capellina.
La imagen realiza un recorrido breve por la feligresía acompañada de fieles de toda Sevilla, especialmente de niños y niñas rezando el Santo Rosario. Además, durante todo el mes de mayo la imagen estará expuesta en el altar de la parroquia.
Por su parte, la Parroquia de Ntra. Sra. de las Nieves, de La Rinconada, celebró del 10 al 12 de mayo un Triduo a la Virgen de Fátima, con exposición del Santísimo y un Rosario de antorchas con la imagen de la Virgen, el pasado 13 de mayo, que contó con una numerosa asistencia. Según el párroco, Marco Antonio Rubio, «ha sido una experiencia de fe. El cariño y la devoción a la Santísima Virgen ha recibido una gran respuesta en mayores, jóvenes y niños».