Cáritas Sevilla establece el fomento de la economía social y el trabajo en red como “líneas de acción prioritarias”
El Seminario Metropolitano de Sevilla acogió el pasado 23 de junio la Asamblea General de Cáritas Diocesana, una cita a la que acudieron alrededor de 170 personas, entre voluntarios, párrocos y directores de distintas Cáritas parroquiales de la Archidiócesis. La Asamblea tenía como objetivo evaluar la acción de los dos últimos años y establecer las líneas de trabajo para el próximo curso.
Balance
El director de Cáritas Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, abrió la jornada con una exposición sobre el balance de la institución católica en sus acciones, desde 2015 hasta hoy.
De este ejercicio, el director resaltó especialmente el esfuerzo realizado por los 2.908 voluntarios que forman la red de ayuda de la entidad a través de las 246 Cáritas parroquiales, y agradeció el compromiso de los socios, donantes y colaboradores, cuyas aportaciones permitieron invertir en 2016, más de 5 millones de euros en ayudar a las personas que solicitaron los servicios de Cáritas. Asimismo, subrayó el trabajo realizado desde los proyectos específicos de la entidad, destinados a la grave exclusión social, la inmigración y la inserción socio-laboral.
Gracias a toda esta labor, Cáritas Sevilla pudo atender el pasado año a 17.477 familias (con un impacto en 59.111 personas), un número que, aunque en descenso, denota la precariedad en la que aún se encuentran muchas personas que no consiguen salir de la pobreza a pesar de la ligera mejora económica.
Líneas prioritarias para el próximo curso
Posteriormente, parte del equipo directivo de Cáritas Diocesana de Sevilla planteó las principales líneas de acción previstas para el próximo año. Unas líneas estratégicas que se organizan en base a tres dimensiones que constituyen el ser y el hacer de la organización: la institucional, la identidad y la acción social.
Las líneas de acción institucionales pretenden incidir sobre las dimensiones del trabajo de Cáritas (la asistencia, la promoción y la transformación), con el fin de cambiar la realidad social manteniendo a la persona y sus derechos en el centro de su misión.
En cuanto a la identidad, la institución destaca su interés en la formación de agentes como una manera de transmitir el mensaje del Evangelio y ser a la vez, signo del amor de Dios. Esto se materializará con el desarrollo de la Escuela Diocesana de Formación para la Acción Caritativa y Social que estará a cargo de Cáritas el curso que viene.
Además de la clara apuesta que Cáritas Sevilla ha hecho durante los últimos años por el empleo, la inmigración y la grave exclusión social, en cuanto a las líneas de acción social, la institución pondrá el acento en dos elementos principales para el desarrollo del próximo ejercicio: consolidar el trabajo en red y los proyectos de economía social, con el fin de facilitar y enriquecer la asistencia y la ayuda integral a las personas con necesidades concretas.
Destaca, en este sentido, la labor conjunta que se realiza desde el año pasado con Casa Mambré, que ha permitido dar continuidad y acompañamiento a las personas migrantes que finalizaron su proceso en el Proyecto Nazaret, utilizando los servicios de esta entidad como segundo recurso. Por este motivo, Cáritas Sevilla pondrá en marcha nuevas iniciativas, además de las que ya existen, para “hacer con otros” todo lo posible con la intención de mejorar siempre la atención ofrecida.
Con la consolidación de los proyectos de economía social, la institución católica pretende fomentar un modelo de empresa que responda a la precaria situación laboral y al desempleo que sufren miles de personas. Así, se trabajará por el crecimiento de Bioalverde S.L. (que ya cuenta con 250 socios y creó en 2016 seis puestos de trabajo) y un impulso al Proyecto Textil con la instalación de nuevos contenedores. Este último consiguió recoger alrededor de 250 toneladas de ropa en 2016 y crear cinco puestos de inserción laboral.
Estas líneas marcarán a partir de ahora y hasta el año que viene el trabajo de Cáritas Sevilla para continuar luchando, adaptándose a las necesidades del mundo, por una sociedad más justa y solidaria.