Entrevista a Mons. Santiago Gómez, Obispo auxiliar, sobre los colegios diocesanos: «Calidad en la enseñanza desde una cosmovisión católica»
La pasada semana concluyó el programa de visitas que el Obispo auxiliar ha realizado a los colegios diocesanos que hay repartidos por toda la Archidiócesis. Unas visitas en las que monseñor Santiago Gómez ha podido conocer de primera mano una realidad muy viva que tiene que ver con la promoción de los más jóvenes, la enseñanza en valores y una formación de primer nivel. Esta semana se cierra el plazo de matriculación.
¿A bote pronto, qué impresión saca de estas visitas?
Han sido muy gratificantes. Son colegios que no son grandes, normalmente de una línea de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, y esto hace posible un ambiente muy familiar En la visita lo que percibes, el primer mensaje que te lanzan, es esa realidad tan familiar, tan cercana. Una comunidad educativa muy integrada.
¿Cómo calificaría el clima de relaciones entre escuela y familia en estos centros?
Es bueno. Yo he podido ver que es un clima bueno. Las AMPAs son muy ricas y colaboradoras.
¿Cómo definiría los colegios diocesanos, en que se distinguen de otros centros de su ámbito? Son colegios católicos. Un colegio católico se define como un lugar donde se educa compartiendo una referencia común, todos a Jesucristo, como aquel que nos revela a Dios, la verdad de Dios, del mundo, del hombre. Y por tanto son colegios con competencia y calidad en la enseñanza que transmiten desde una cosmovisión cristiana. Nosotros sin ningún apellido, es decir, sin ningún carisma en particular, sencillamente desde la visión común de lo cristiano.
¿En qué medida se palpa la naturaleza religiosa, diocesana, de estos colegios?
Un colegio católico tiene que transmitir una cosmovisión cristiana en todo, esté dando Educación Física o se esté impartiendo Geografía e Historia. En este sentido tiene que ser transversal. Y así se intenta hacer en nuestros colegios diocesanos.
Son centros tradicionalmente vinculados con una parroquia ¿Cómo se concreta hoy esta relación?
La presencia o visibilidad de la Iglesia en esos colegios es a través de la parroquia. El párroco, como director espiritual del colegio, es el que está más cercano en las actividades pastorales y la parroquia es la que encarna esa diócesis, que sino sería un ente un poco más lejano. Tengamos en cuenta que, efectivamente, estos colegios nacieron como colegios parroquiales, y, por tanto, esta vinculación con la parroquia y con su barrio la tienen conseguida.
¿Se puede entender la apuesta de la Archidiócesis por estos centros como una reacción a una situación de crisis, a una problemática en el sector?
Ciertamente la Iglesia hoy tiene una preocupación grande por la enseñanza, que nace de su misión fundamental, que es evangelizar. Y la Iglesia, a lo largo de toda su historia, ha tenido congregaciones, iniciativas en el mundo de la enseñanza, de la transmisión de la cultura, que responden a una convicción: evangeliza educando y educa evangelizando. Las dos cosas están íntimamente unidas. Y a esto responde esa inquietud. Si tenemos en cuenta que hoy se ha debilitado la transmisión de la fe en los cauces tradicionales –“parroquia, familia en primer lugar y la escuela”, puntualiza-, con más interés nos volvemos a este instrumento o ámbito de evangelización, de transmisión de la fe, que es un colegio católico.
¿Hay proyectos para ampliar el número de centros adscritos a la Fundación de Colegios Diocesanos?
Estamos abiertos a cualquier incorporación. De hecho, algunas congregaciones religiosas que han dejado por circunstancias la titularidad de algún colegio que fundaron y regentaron durante años, lo han pasado a la Fundación. Nosotros estamos encantados de poder acoger otros colegios que tuvieran alguna dificultad, con el sencillo propósito de mantener el carácter católico propio del centro, no tenemos otra intención. Hoy –subraya- ningún colegio es un negocio económico ni de otro tipo.
Afortunadamente la presencia de la Iglesia en el ámbito de le enseñanza es muy rica y variada.
No solo estos colegios que están en la Fundación de Colegios Diocesanos, sino cualquier colegio católico, es un área y un ámbito de la Iglesia en sevilla muy hermoso y que tenemos que apoyar y apreciar.