19 nuevos seminaristas en la Archidiócesis
La capilla del Seminario Metropolitano acoge el próximo 8 de octubre, a las siete de la tarde, la ceremonia de toma de cruces de los nuevos seminaristas.
El Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, entregará las cruces a once seminaristas que ingresarán este año en el primer curso del Seminario Mayor. Otros cuatros recibirán el pergamino que los acoge como seminaristas menores. Y cuatro lo harán en el Redemptoris Mater, del Camino Neocatecumenal.
Los jóvenes que se prepararán para el sacerdocio son: del Seminario Metropolitano de Sevilla: Antonio José Ruiz (23 años), José Pablo Hoyo (18 años), Andrés Rodríguez (23 años),Manuel Franco (18 años), Carlos Chacón (19 años), José María Gómez (18 años), Aarón Francisco Zanca (20 años), Rubén Blasco (34 años), Francisco Javier Romero (20 años), Germán Carrasco (20 años) y Andrés Ortiz (23 años); del Seminario Menor: Francisco Ramos (16 años), José Manuel Gómez (16 años), Alberto Laguna (13 años) y José Manuel Martínez (12 años); Y del Redemptoris Mater: Renny Arcia natural de Venezuela (32 años), Cristian Robles de EEUU (20 años), Jorge Luis Díaz de República Dominicana (20 años) y Randy Guzmán de República Dominicana (31 años).
La vocación es cuestión de todos
El rector del Seminario Mayor, Antero Pascual, ha apuntado que para todos los nuevos seminaristas –en mayor o menor medida- ha sido importante el testimonio de vida de sus párrocos o de otros seminaristas. También ha señalado que de estos once chicos la mitad proviene de pueblos de la Archidiócesis, otros cinco son de la capital y sólo uno de fuera de Sevilla (Córdoba) aunque ha madurado su vocación en la Archidiócesis hispalense. Igualmente, la vocación al sacerdocio de esta casi docena de jóvenes se despertó en sus parroquias, donde han colaborado activamente en las distintas áreas pastorales.
El rector también ha asegurado que para la Archidiócesis “siempre es una auténtica alegría ver que los jóvenes responden tan generosamente a la llamada del Señor, es una riqueza cuando jóvenes trabajan unidos por entregarse al servicio de Dios en su Iglesia, cada uno aportando lo que tiene y enriqueciendo así al resto”. Por este motivo, insta a cuidar “este tesoro” con responsabilidad y destaca la importancia de la oración por las vocaciones, una cuestión de todos.
Por su parte, el director espiritual del Seminario Menor, Manuel Jiménez Carreira, ha asegurado que con los nuevos ingresos “todos salimos ganando, porque revitalizamos nuestra vocación y nuestra llamada”. Igualmente, apunta que los seminaristas menores “son muy distintos entre sí y eso es una riqueza para la vida comunitaria”. En cuanto al perfil de estos adolescentes, señala que los nuevos seminaristas provienen de pueblos de la Archidiócesis y participaron el pasado curso en la Escuela de Monaguillos y en el Preseminario, por tanto, “la adaptación está siendo fácil”. Por último, Jiménez Carreira, agradece a las familias “el apoyo y la oración por la vocación de sus hijos” y los invita a formar parte “de la gran familia en la que se ha convertido el Seminario Menor”.