Archidiócesis de Sevilla

El último domingo del año litúrgico está reservado a una solemnidad que debe hacerse presente cada día en nuestras vidas: la fiesta de Cristo Rey. Instaurada por el papa Pío XI el 11 de marzo de 1925, buscaba motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey. Sin embargo, posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido, resaltando así la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal, “el alfa y omega que reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio”, explica la hermana Lourdes Jiménez, de la comunidad de las Hijas de Cristo Rey presente en la Archidiócesis.

Este Instituto nació en 1876 de la mano del venerable Padre Gras -cuyo centenario de su muerte se celebra hasta el 7 de julio de 2018- y de la sierva de Dios, M. Inés de Jesús (Isabel Gómez Rodríguez), primera superiora general del Instituto de Hijas de Cristo Rey.

“La nuestra es una misión de espiritualidad en acción”, es decir, “ser testimonio significativo de que solamente se puede ser plenamente hombre y mujer, cuando se acepta a Cristo como Rey y Señor de la propia vida y de la historia”. Y las Hijas de Cristo Rey lo hacen principalmente a través de la enseñanza porque, como repetía su fundador, “la educación es una segunda creación”.

“El amor enseña a enseñar”

En la Archidiócesis de Sevilla el Instituto fundado por el P. Gras dirige dos centros educativos. Uno de ellos, en Triana, presume de ser el tercero en cronología de la orden, abierto el 26 de abril de 1886. Sus religiosas emprendieron, en primer lugar, una labor de trabajo social, movidas por el espíritu apostólico, aunque poco tiempo después se orientó hacia la educación, abriendo así su programa de trabajo. En el año 1946 el colegio fue reconocido como Centro de Enseñanza Primaria, y posteriormente lo sería también como Centro de Bachiller Elemental. En la actualidad se imparte Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria. También dispone de aula de apoyo a la integración, apuesta por el bilingüismo, así como por el uso de nuevas tecnologías y metodologías cooperativas.

Por otra parte, en 1975 esta comunidad comenzó a colaborar en la barriada de Torreblanca – concretamente en la guardería parroquial- junto con un grupo de antiguas alumnas. Cinco años más tarde se instituyó una comunidad de religiosas en el barrio y desde entonces trabajan al servicio de la barriada a través de la parroquia y de la dirección del Centro de Educación Infantil ‘Inmaculado Corazón de María’. Con esta presencia, las Hijas de Cristo Rey ponen en práctica aquello que el P. Gras aseguraba, que “el amor enseña a enseñar”.

Programa

Para celebrar esta fecha tan señalada las Hijas de Cristo Rey han organizado varias actividades. El jueves 23 de noviembre, en el colegio de la calle Betis, se presentó el cuadro ‘José Gras: Acción, mucha acción y pasión con amor’, obra de Rosa Trías. En la presentación participó Madre Fátima Falcón, superiora provincial de España de las Hijas de Cristo Rey.  Un día más tarde se celebró una procesión con Cristo Rey Niño, que partió de este colegio. Por último, ayer, 25 de noviembre, la comunidad religiosa Hijas de Cristo Rey renovó sus votos en la Eucaristía de Jesucristo Rey del Universo.

Lema

El lema que el Padre Gras utiliza para sus obras –‘Cristo reina’– basa su significado en el deseo de que Jesús reine en nuestras vidas por siempre y para siempre. Quería decir que Jesucristo reinaba con fuerza y ansias en la realidad de la vida, y lo seguirá haciendo. Para el fundador del Instituto de las Hijas de Cristo Rey tenía un sentido y fuerza extraordinarias y podía considerarse la síntesis del deseo de su vida. Este lema es también una expresión de amor y fidelidad a Cristo. Así lo dejó en sus escritos: “Cristo reina es la proclamación de la Soberanía de nuestro Divino Redentor, es el grito de luz, el grito de honor y el grito de salvación de todos los hombres y de todos pueblos del mundo, porque sólo Cristo es el Sol de la vida…”