Intenciones de la Conferencia Episcopal Española para el año 2018
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su reunión de marzo las Intenciones para el año 2018 por las que reza el Apostolado de la Oración, que este año incluye los inmigrantes y refugiados, los catequistas y profesores de religión, la paz en el mundo o los cristianos perseguidos.
Las intenciones para el año que comienza son las siguientes:
Enero: Por los inmigrantes y refugiados, para que sea reconocida su dignidad, sean acogidos con generosidad y atendidos adecuadamente en sus necesidades espirituales y materiales.
Febrero: Por todos los consagrados y en especial por los llamados a la vida contemplativa, para que, siguiendo el consejo del Señor oren sin desfallecer, tengan siempre sus ojos fijos en el Señor y con su oración sostengan la misión de la Iglesia.
Marzo: Por las vocaciones al sacerdocio, al diaconado y a la vida consagrada para que los jóvenes escuchen la llamada del Señor y respondan con generosidad a ella.
Abril: Por los que son bautizados, los que reciben la Eucaristía por primera vez o la Confirmación; para que sean miembros vivos de la Iglesia y colaboradores activos de su misión.
Mayo: Por las familias cristianas, para que sean auténticas iglesias domésticas donde se viva y trasmita el Evangelio de Jesucristo.
Junio: Por el papa Francisco, Obispo de Roma y sucesor de Pedro, por los obispos en comunión con él y por los sacerdotes, para que el Señor les asista en su misión de ser pastores del pueblo de Dios.
Julio: Por los que sufren de manera especial las consecuencias de la crisis económica: los desempleados y sus familias, sobre todo los más jóvenes, para que con la ayuda de Dios y la solidaridad de todos encuentren un trabajo digno y estable.
Agosto: Por todos los cristianos, para que, con su testimonio de vida y con su palabra, anuncien el Evangelio de Jesucristo en las actividades de cada día: familia, trabajo, ocio.
Septiembre: Por los catequistas, profesores de religión y quienes tienen el encargo de anunciar a Jesucristo: para que tengan siempre presente la gran importancia de su misión y se formen adecuadamente a fin de que su labor produzca frutos abundantes.
Octubre: Por los no creyentes o lo que se han alejado de la fe, para que por el testimonio de las buenas obras de los creyentes y los signos del amor de Dios puedan llegar a reconocerlo como Padre de todos los hombres.
Noviembre: Por los cristianos perseguidos para que sientan el consuelo y la fortaleza de Dios, así como la ayuda de nuestra oración. Y con el fin de que nunca se invoque el nombre santo de Dios para justificar la violencia y la muerte.
Diciembre: Por la paz entre todos los hombres y entre todos los pueblos, para que la celebración del nacimiento del Hijo de Dios impulse a los fieles cristianos a luchar por instaurar en el mundo la paz que Cristo trajo con su venida.