Al otro lado del torno V: Convento de Madre de Dios
Situado en la calle San José próximo a la antigua judería, su fundación se remonta a 1472 gracias a una donación de la reina Isabel I a las monjas dominicas que habitaban junto a la puerta de Triana en una zona fácilmente inundable. El traslado tuvo lugar en 1486 y su vinculación a la monarquía continuó hasta el siglo XVIII. En Madre de Dios están los enterramientos de la viuda y dos hijas de Hernán Cortés, y profesó como monja una hija de Murillo. Incautado en la revolución de 1868 la comunidad fue acogida en el monasterio de San Clemente durante nueve años.
La Orden de Predicadores fue fundada por Santo Domingo de Guzmán en Toulouse (Francia) a principios del siglo XIII, con el objetivo de dedicarse a la predicación itinerante, convirtiéndose en la segunda de las órdenes mendicantes. Los dominicos, sin dejar de lado la pobreza individual, insistían en la necesidad de la preparación cultural de sus frailes para así ejercer mejor la predicación. Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno, el Beato Fra Angélico, Santa Catalina de Siena o Fray Bartolomé de las Casas relucen en la historia de la orden.
La comunidad actual de Madre de Dios está compuesta por nueve monjas, dos españolas y siete de Kenia. Su actual abadesa, la keniana sor Patricia, continúa la labor de la granadina sor Adela, alma de la comunidad durante muchos años. Su proyecto es que el convento se convierta en un foco de oración y alabanza a Dios, por lo que la comunidad está abierta a grupos de espiritualidad y oración. Actualmente tienen dos: el de Taizé desde hace unos ocho años, y la Escuela de Silencio.
La religiosidad popular tiene una de sus citas los jueves en Madre de Dios ante la devoción a San Martín de Porres. Otra de las devociones del convento es la Sierva de Dios Sor Bárbara de Santo Domingo, conocida como La hija de la Giralda, por ser su padre el campanero y haber nacido en la misma torre el siete de febrero de 1842. Ingresó en Madre de Dios a los 17 años y falleció en olor de santidad a la edad de 30 años, en el monasterio de San Clemente. Sus restos fueron trasladados a Madre de Dios al regresar la comunidad y están sepultados en el coro bajo. Sus cartas llenas de misticismo y su sencilla espiritualidad han propiciado que su proceso de beatificación esté en curso.
El obrador del convento se mantiene abierto durante todo el año, excepto los meses de julio y agosto. Las magdalenas son exquisitas y diversas especialidades como los naranjitos, los cordiales o los giraldillos, a base de almendras, cidra y nueces, gozan de acertada fama. Muy estimada es la denominada Gallina en leche, una antigua receta de la casa que tiene similitudes con la Técula mécula de Olivenza.
La iglesia permanece cerrada desde hace más de un año debido a la necesidad de obras y los cultos se llevan a cabo en una capilla de forma provisional a la que se puede acceder a través del torno. Otras dependencias como el denominado Palazuelo están pendientes de restauración y parece que su proyecto será pronto una realidad. Madre de Dios ha sido un convento maltratado por la España convulsa del siglo XIX, pero su comunidad sigue viva gracias al tesón y la espiritualidad de sus monjas.
Convento de Madre de Dios
C/. San José, 4. 41004. Sevilla
Tno. 954217822
HORARIO DE MISAS
De lunes a viernes a las 8.00, sábados a las 9.00, domingos y festivos 10.30
HORARIO DE VENTA DE DULCES
De septiembre a junio, de lunes a sábados de 10.30 a 13.30
VISITAS A SAN MARTÍN DE PORRES
Jueves de 9 a 13.30 y de 16 a 19h.