Un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
En la prensa de estos días (Europa Press) ha hecho eco de las palabras del cardenal Arzobispo de Madrid Monseñor Carlos María Osoro cuando ha manifestado que comprende a las mujeres que secundarán la huelga feminista del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para denunciar desde la brecha salarial hasta la precariedad laboral. Resulta muy ilustrativa la frase de Monseñor Osoro diciendo que «hasta la propia Virgen María lo haría». La Virgen María es nuestro ejemplo de vida. Jesús de Nazaret se rodeó de mujeres y muchos de los pasajes evangélicos más bellos y profundos lo protagonizan mujeres. Siempre que hay un día del año dedicado a algo es porque existe una carencia o situación denigrante o injusta. El 8 de marzo dedicado inicialmente a Día de la Mujer Trabajadora, por los años noventa, ha sido considerado desde hace algunos años como Día Internacional de la Mujer. Es importante que exista este día conmemorativo, pero esconde una triste realidad que no ha mejorado con los años.
En el mundo la mujer sufre cuando hay guerras y por desgracia nuestro país vende armas que no sabemos si las alimentan. La mujer sufre cuando huye de su país con su familia por conflictos internos, cambio climático o guerras, y les cerramos las fronteras. La mujer sufre porque no puede sobrellevar la dependencia familiar en condiciones laborales inicuas o en paro. Basta de mujeres maltratadas. Cambiemos una sociedad que las reduce a objeto o a una ciudadanía de segunda clase. La lista de sufrimientos es muy larga. Los cristianos debemos pedir a nuestros políticos que miren a la realidad de las mujeres hoy en España y en el mundo, más allá de discursos vacíos y repetitivos, y den respuestas inmediatas a un problema que se ha agravado con los años.
El Arzobispo de Sevilla nos llama a la oración, el ayuno y la solidaridad en esta Cuaresma con hermosas palabras. Recemos porque nuestros problemas sociales se resuelvan, hay muchos pobres y descartados, y entre ellos muchas mujeres. Cuando el mundo sufre, quienes más sufren son las mujeres. Salgamos a la calle, mujeres y hombres, este Día Internacional de la Mujer para reivindicar sus derechos en España y en el mundo; recordemos al Cardenal Osoro que ha dicho «la Virgen lo haría». Quiero felicitar a todas la mujeres que este día celebran su cumpleaños, especialmente a mi hija Teresa, una mujer que cada día me enseña algo y doy gracias a Dios por ello.
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