PASCUA: VER CON OJOS NUEVOS
Cada año celebrar la Pascua del Señor siempre nos trae su novedad desde esa vida nueva, esa alegría y ese gozo del Señor que VIVE, que vive hoy. Este año he sentido cómo nos invita a mirar con ojos nuevos, con ojos como los suyos, con ojos llenos de misericordia, de ternura, de amor y perdón.
Y ¿cómo miraba Él? El evangelio nos muestra situaciones concretas de cómo veía Jesús. Vio a Zaqueo: “Jesús llegando a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: Zaqueo, baja pronto porque hoy voy a hospedarme en tu casa”. Fue una mirada aceptada y salvadora. Con el joven rico: “Jesús, fijando en él su mirada, le amó”. Esa mirada llena de cariño parece que se perdió. Miró a Pedro cuando le negó tres veces. “…el Señor se volvió y miró a Pedro” Muchas veces se habrían mirado, pero este cruce de miradas era distinto, estuvo lleno de dolor, arrepentimiento, perdón y misericordia. Y en la cruz “viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, le dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Hasta el último momento Jesús siguió mirando, como nos sigue mirando hoy y acompañándonos.
Ver con ojos nuevos, como Jesús, entraña ver siempre desde el amor, comprender los sufrimientos y las necesidades de los otros. También sus gozos y alegrías. Hay que permanecer despiertos y mirar con el corazón para descubrir la vida misma que camina a nuestro lado desde tan distintas circunstancias.
Como el ciego Bartimeo te pedimos: “Señor que vea”. Danos unos ojos nuevos para ver la vida tal cual es, y que lo esencial no sea invisible, con unos ojos limpios y alegres.
Y en este tiempo pascual se nos recuerda, que para verle a Él “…id a Galilea, allí me veréis”. Galilea, esos lugares de «periferias existenciales» donde está Jesús, allí le encontraremos en los hermanos que sufren. A ellos podremos mostrar el «rostro misericordioso de Dios”. Que como a los discípulos de Emaús se nos abra los ojos y le reconozcamos.
¡Madre, danos tu mirada! Tu mirada nos lleva a Dios, tu mirada es un don del Padre bueno, que nos espera en cada encrucijada de nuestro camino. Muéstranos esos tus ojos misericordiosos”. (Papa Francisco). En la mirada de María está el reflejo de la mirada de Dios.
Feliz Pascua de Resurrección y que nos llenemos de “alegría al ver al Señor
8 comentarios
Pidamos la gracia de poder mirar a los demás como Él. Feliz Pascua de Resurrección para todos !!!!
Muchas gracias, Pilar, por tus palabras tan llenas de sabiduría !
El Señor nos mira, y también nosotros podemos y debemos dejarnos mirar. Parece obvio, pero si se piensa un poco, es lo que a veces ocurre: que no queremos que nos mire y así no nos comprometemos.
Que bonito, Pilar, que el Señor nos enseñe a mirar con sus ojos.
Gracias por vuestros comentarios que me ayudan y complementan el tema.
La mirada de Dios es una mirada de amor eterno… Y Dios mira, como le dice a Samuel cuando se fija en los hijos de Jesé para elegir a David: «la mirada de Dios no es como la del hombre, que mira las apariencias… Yavhé mira el corazón». Podemos recordar la frasé del Principito: «lo esencial es invisible a los ojos, no se ve bien sino con el corazón».. Debemos mirar nuestro interior ante Dios para que en el exterior nuestra mirada sea como la de Jesús… llena de amor misericordioso.
Que precioso comentario. Nos invita a mirar con amor misericordioso.. Gracias.
Gracias, Pilar, por tu artículo, siempre lleno de sabiduría. La mirada del principiante, llena de entusiasmo e ilusión, es la mirada de un niño que ama la vida y quiere aprender. Imagino que esta actitud es la que refiere Jesús que necesitamos cuando habla de ellos. Dejad que los niños se acerquen a mí….