Una coralidad necesaria como canto polifónico colectivo
Continuamos con los mensajes clarificadores que dio D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, en su conferencia «La implicación de las comunidades cristianas en la pastoral de las vocaciones», el pasado 26 de abril, en el marco del Seminario de Estudios Laicales «Miguel de Mañara», organizado por la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar, dirigida por D. Enrique Belloso, bajo el título «La Iglesia ante un cambio de época».
Recordemos que nos decía Don Juan José Asenjo que “ante la tentación del desaliento por la falta de vocaciones, tanto para el Ministerio Ordenado como para la Vida Consagrada, que nuestra sociedad vive, hay que estar enraizados en la esperanza”. Con esta frase enlazamos con la anterior contribución al blog. Entre 1999 y 2017 las ordenaciones sacerdotales han disminuido un 45%. El ingreso en órdenes religiosas, entre los años 1978 y 2011 ha disminuido un 75%., con una media actual de edad de 78 años. La causa evidente es la denominada “secularización envolvente” al considerar lo religioso como un atavismo. Positivismo, hedonismo y relativismo son tendencias actuales de comportamiento social que nos hacen alejarnos de valores esenciales que permiten la transformación de toda una sociedad y el mantenimiento de valores imprescindibles.
Actualmente no se transmite la Fe en familia de forma adecuada; los padres no rezan con sus hijos. Dice nuestro Arzobispo que “sin el humus religioso de las familias no germinan las vocaciones”. En España, hay seminarios con un seminarista; otros, con ninguno. El Seminario Metropolitano de Sevilla conserva el cuarto lugar de España en número de seminaristas, después de Madrid, Tudela y Valencia. Hay que asumir que la promoción de vocaciones es una tarea de toda la comunidad cristiana, dice D. Juan José, llamando a este cometido comunitario “una tarea coral”. Las Cofradías y Hermandades de Sevilla son un nicho de vocaciones, ya que de los76 seminaristas actuales del Seminario Metropolitano de Sevilla, 26 provienen de ellas. La coralidad necesaria es un canto polifónico con diferentes melodías, explica D. Juan José, con una hermosa aproximación, manifestando la necesaria tarea colectiva de la comunidad cristiana en nuestra ciudad.
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