La iglesia de Santa María de Carmona emprende la restauración de su cuerpo de campanas
La iglesia prioral de Santa María, en Carmona, está concitando estos días la atención de vecinos y veraneantes. El motivo son las obras de restauración del cuerpo de campanas de una de las edificaciones más representativas de esta bella localidad de la comarca de la Campiña, la torre de Santa María.
Antes de que las grúas y los operarios coparan el espacio aledaño a la iglesia, el equipo de trabajo presidido por el párroco, José Ignacio Arias, puso en marcha lo que él mismo denomina “pastoral del patrimonio”. En declaraciones al portal local El Grifo, Arias explica cómo encontró la colaboración de alumnos universitarios de diversas especialidades relacionadas con la restauración, con el único objetivo de “recuperar los toques de Dios” tras más de un año de silencio en la torre. Obras aparte, la parroquia ha reunido a un “equipo de gente joven que –añade- se ha entregado con entera disposición para sacar el proyecto adelante”.
La operación en el campanario es compleja, y contempla tanto la revisión de las cogidas, sujeciones y sistema eléctrico, como la reposición de piezas deterioradas, aliviando a la torre de las vibraciones y consecuencias negativas de un cuerpo de campanas necesitado de los cuidados que estos días está recibiendo.
En la citada entrevista, el párroco subraya que la obra excede del interés de la parroquia: “No es sólo una cuestión parroquial, es de todo el pueblo de Carmona”, destaca. “Estas campanas tocan las alegrías, las penas, las situaciones de cada momento”.
Implicación de la feligresía
El trabajo que se ha llevado a cabo en la parroquia contempla un aspecto inevitable de este tipo de intervenciones: su financiación. De los 36.000 euros presupuestados, ya se cuenta con 32.000 gracias a numerosas iniciativas emprendidas con la colaboración de los feligreses, que se han comprometido en un ambicioso programa de donaciones familiares. A estas aportaciones hay que sumar las donaciones de empresas, asociaciones culturales y hermandades carmonenses.
Las obras siguen su curso según el cronograma establecido aprovechando los meses de verano. El reto es devolver a Carmona en diciembre el mismo sonido de siempre desde un cuerpo de campanas remozado y con vocación de permanencia para muchas décadas.
(Foto: elcorreoweb.es)
