El Beaterio de la Santísima Trinidad cumple su 300 aniversario
El Beaterio de la Santísima Trinidad de Sevilla cumple 300 años y para celebrar la efeméride se han preparado dos jornadas completas de actividades y encuentros.
Las Hermanas Trinitarias comenzarán con esta celebración el sábado, 2 de febrero, a las doce y media de la tarde. Será con la celebración de la Eucaristía en la Basílica Mª Auxiliadora. Después tendrá lugar una comida, en la casa del Beaterio, tras la cual la Banda Musical de Algeciras ofrecerá un concierto. A las seis de la tarde está prevista la representación del Musical ‘300 años de amor y sabiduría’. La última actividad del día tendrá lugar a las diez y media de noche, con un concierto que contará con la participación de artistas especiales.
Al día siguiente, la cita es a las once de la mañana, cuando se celebrará una Misa Rociera. Posteriormente, se ha organizado un tour por la ciudad. Además, se han previsto nuevos actos para el 8 y 22 de mayo, y para el 16 de junio, día de la Santísima Trinidad.
Historia del Beaterio
Actualmente los Beaterios no existen como tal, sino que se han transformado en congregaciones religiosas. Un beaterio era un lugar donde mujeres pertenecientes a un estado religioso hacían votos de pobreza, castidad y obediencia y se dedicaban a la oración y a las obras de virtud. La fundadora del Beaterio de la Santísima Trinidad fue Madre Isabel.
Madre Isabel nació en Sevilla y cuando murieron sus padres manifestó a su director espiritual, el trinitario calzado padre Chacón, su propósito de utilizar el patrimonio que le dejaron sus padres al servicio de las niñas huérfanas. A los 25 años, en 1719, ella y María Pérez Rodríguez, pronunciaban sus votos de pobreza, castidad y obediencia en el convento de los trinitarios calzados, naciendo así el Beaterio de la Santísima Trinidad de Sevilla. Se unieron a ellas dos mujeres más, arrendaron a los trinitarios una casa en la calle Enladrillada para acoger a las niñas huérfanas y pobres. Al poco tiempo la casa se quedó pequeña y tuvieron de nuevo que arrendar y reparar una mayor en la calle Santa Lucía, donde actualmente se encuentran.
Con el objetivo de buscar fondos para esta ampliación, Madre Isabel marchó a América para recoger la herencia de un hermano de su madre. Tras largos trámites y varios viajes más, consiguió una buena suma de dinero para dar un empuje al Beaterio. De México, además, trajo un lienzo con la imagen de la Virgen de Guadalupe (situada actualmente en la Capilla mayor del colegio) y un niño Jesús con rasgos mexicanos (en la capilla de la fundadora).
Hoy, 300 años después, sus hijas, fusionadas con las Hermanas Trinitarias desde 2012, viven el carisma trinitario “con el corazón y la puerta siempre abierta a Jesús, presente en cada persona que se acerca a nosotras”.