Fiesta de San Isidoro de Sevilla
El viernes, 26 de abril, es una jornada reservada en el santoral para uno de los principales referentes de la Iglesia en Sevilla: San Isidoro, patrono principal de la Archidiócesis. Al coincidir con la Octava de Pascua, la celebración se traslada al siguiente lunes, 29 de abril.
Isidoro llegó a ser uno de los hombres mas sabios de su época, puente entre la Edad Antigua que terminaba y la Edad Media que comenzaba. Su influencia fue muy grande en Europa, especialmente en España. Entre sus discípulos está San Ildefonso de Toledo. Probablemente ayudó a su hermano Leandro, obispo de Sevilla a gobernar la diócesis, y le sucedió en el cargo cuando murió. Su episcopado duró treinta y siete años, bajo seis reinados, y completó la obra comenzada por San Leandro, de convertir a los visigodos del arrianismo al catolicismo.
Su principal preocupación como obispo fue la de lograr una madurez cultural y moral del clero español. Fundó un colegio eclesiástico, prototipo de los futuros seminarios, dedicándose personalmente a la instrucción de los candidatos al sacerdocio.
Como su hermano, fue el obispo mas popular y autorizado de su tiempo. Continuó la costumbre de arreglar las cuestiones de disciplina eclesiástica en los sínodos, cuya organización se debió en gran parte a San Leandro y San Isidoro. este último presidió el segundo Concilio de Sevilla en 619, y el cuarto de Toledo, en 633. Muchos de los decretos del Concilio fueron obra de San Isidoro, especialmente el decreto que se estableciese un seminario en todas las diócesis. Su sistema educativo era abierto y progresista, propuso un sistema que abarca todas las ramas del saber humano.
Según parece, San Isidoro previó que la unidad religiosa y un sistema educativo amplio, podían unificar los elementos heterogéneos que amenazaba desintegrar España y gracias a eso gran parte del país se convirtió en un centro de cultura, mientras que el resto de Europa se hundía en la barbarie. Otro de los grandes servicios que San Isidoro prestó a la Iglesia española fue el de completar el misal y el breviario mozárabes, que San Leandro había empezado a adaptar de la antigua liturgia española. San Isidoro se formó con lecturas de San Agustín y San Gregorio Magno.
Su amor a los pobres era inmenso. En los últimos seis meses aumentó tanto sus limosnas que los pobres llegaban de todas partes a pedir y recibir ayuda. Cuando sintió que iba a morir, pidió perdón públicamente por todas sus faltas, perdonó a sus enemigos y suplicó al pueblo que rogara a Dios por él. Distribuyendo entre los pobres el resto de sus posesiones, volvió a su casa y murió el 4 de abril del año 636 a la edad de 80 años.
La Santa Sede lo declaró Doctor de la Iglesia, en 1722.
(Fuente: www.corazones.org).