Encuentro de Acción Social Empresarial en Sevilla
El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, ha mostrado recientemente su apoyo a la implantación de Acción Social Empresarial (ASE) en la Archidiócesis hispalense. Lo hizo en un encuentro con el presidente de esta entidad, Luis Hernando de Larramendi; junto con el coordinador en Sevilla, Francisco J. Fernández; y el delegado diocesano de Apostolado Seglar, Enrique Belloso. Durante esta reunión, el Arzobispo también animó el impulso de las diversas iniciativas presentadas.
Además, Sevilla ha acogido recientemente un primer encuentro de esta asociación, en torno al papel del empresario, directivos y profesionales respecto a su compromiso cristiano en el mundo de la empresa a luz de la Doctrina Social de Sevilla. Además, se aprovechó la jornada para presentar el libro ‘La Estética de las Organizaciones y de sus Dirigentes’, así como, los objetivos de ASE y su nueva implantación en Sevilla. En esta primera convocatoria se dieron cita empresarios, directivos y profesionales de empresa de sectores como la educación, la seguridad, la salud, los seguros, la comunicación, el medioambiente, la consultoría, la ingeniería, el derecho o asociaciones profesionales.
Acción Social Empresarial (ASE)
ASE es una asociación de empresarios, directivos y profesionales de la empresa, erigida por la Conferencia Episcopal Española (CEE). Entre sus objetivos está configurar desde una perspectiva cristiana la actividad del empresario y directivo de empresa y las estructuras empresariales más adecuadas a un orden social más justo y humano. Así como, ayudar a sus miembros a asumir sus responsabilidades sociales, a promover y difundir la Doctrina Social de la Iglesia y contribuir a la aplicación de la misma en el ámbito socio-empresarial, promoviendo un orden social más justo y humano dentro del entorno propio.
Las finalidades fundamentales de Acción Social Empresarial podrían concretarse en dar testimonio, personal y colectivo, de la fe cristiana de sus miembros; y difundir y promover la aplicación práctica de las Enseñanzas sociales de la Iglesia Católica, tanto en la empresa como en el ámbito de la vida económica y social.
Se trata, por tanto, de desarrollar el sentido vocacional del empresario y directivo de empresa, como una respuesta al llamamiento de Dios y como un servicio a la sociedad. Y, por otra parte, hacer de las empresas estructuras de convivencia comunitaria, en las que todos participen, con arreglo a su función y a su competencia, respetando su dignidad humana y sus derechos inalienables derivados de esa dignidad.