Archidiócesis de Sevilla

En San Juan de Aznalfarache se encuentra uno de los mayores monumentos al Sagrado Corazón de nuestro país, iniciado en 1948 a instancias del cardenal Segura, con proyecto del arquitecto Aurelio Gómez Millán. Se trata de un conjunto de edificaciones que integran en la actualidad el Seminario Menor Diocesano, la Parroquia de los Sagrados Corazones, la Casa de Ejercicios Betania, la Casa de Cursillos de Cristiandad y el colegio de las Teresianas. Presidiendo la plaza central se alza la torre que se remata con la escultura del Sagrado Corazón de Jesús (foto 1), obra de José Lafita Díaz, de 8 metros de altura, que mira hacia la ciudad, a la que abre sus brazos en señal de acogida y amor. El complejo se completa con el monumento al Inmaculado Corazón de María, en la zona inferior, obra igualmente de Lafita del año 1944, que reproduce la imagen de la Virgen del Amparo de la Parroquia de la Magdalena.

La fiesta de la Virgen del Rosario de 1952, se inauguró el monumento del Sagrado Corazón de Jesús de la localidad de La Roda de Andalucía, el cual nos muestra a Cristo con los brazos abiertos, en un gesto permanente de apertura y acogida a todos los que llegan hasta su corazón, abrazando así a todos los que llegan hasta la céntrica plaza donde se alza este monumento.

En las inmediaciones del Castillo de Constantina se encuentra el monumento de piedra blanca, inaugurado en junio de 1956, que muestra la tradicional iconografía, con la mano derecha bendiciendo y la izquierda mostrando su corazón.

En Marchena fue colocada una gran imagen sobre la cúpula de la Iglesia de San Agustín, realizada por el escultor Juan Luis Vassallo Parodi en 1957. La gran altura a la que se encuentra y su postura, con ambos brazos levantados en actitud de bendecir, parecen hacer extender su protección y su misericordia sobre todo el conjunto de la población.

Finalmente, en el año 1962 el escultor mairenero Antonio Gavira Alba esculpió la imagen que se alza en la plaza del Ayuntamiento de El Viso del Alcor (foto 2). En este caso, su mano derecha levantada hacia el cielo parece indicarnos que Él es el único camino que nos lleva al Padre. Sobresale esta escultura por sus formas lineales que le dan un aire de contemporaneidad.

Carecemos de datos acerca de la estatua que se encuentra en los alrededores del Castillo de Lebrija, si bien sabemos que fue erigida por los Jesuitas. Muestra su brazo derecho elevado hacia el cielo en ademán de predicar, que así parece querer llamar nuestra atención y que nos fijemos en su corazón.

Como conclusión, señalar que estos monumentos hacen evidente la protección de Cristo, el cual, por su Sagrado Corazón lleno de amor y misericordia, está siempre dirigiendo su mirada compasiva sobre todos sus hijos, a la vez que nos invita a permanecer en su infinito amor.

Foto 2:  Francisco Javier Santamaría Pineda

Antonio Rodríguez Babío

Delegado diocesano de Patrimonio