Archidiócesis de Sevilla

La relación entre las hermandades y los Centros diocesanos de Orientación Familiar viene de largo. Tanto como la propia existencia de los COFs. En 2011 se abrió el primero de ellos, en Dos Hermanas. A éste le siguieron el de Triana-Los Remedios, Aljarafe, San Sebastián y Osuna, en la Vicaría Sur, como respuesta “a las necesidades de la Archidiócesis, bajo la dirección del Arzobispo, alentados por los Delegados de Familia y Vida, y apoyados por las hermandades”. Así explican el origen de los Centros de Orientación Familiar Lola Barbosa y José Ramón Bécares, directores del COF Triana-Los Remedios.

Este matrimonio de psicólogos, casados desde hace más de cuatro décadas, colabora en la Pastoral Familiar desde hace años. Concretamente en el COF Triana-Los Remedios desde su fundación, hace siete años. “Nuestra labor en el COF es una nueva misión, y todo lo que podamos aportar a la sanación de heridas de las familias, y de las personas en general, es para nosotros una manera servir a los demás”.

Respecto a la implicación de las corporaciones sevillanas en los Centros de Orientación Familia, Barbosa y Bécares dibujan un mapa de relaciones. En el COF de Triana-Los Remedios, son siete las hermandades de Penitencia que lo sostienen económicamente: La Esperanza de Triana, El Cachorro, La Estrella, Las Cigarreras, La O, San Gonzalo y Pasión y Muerte; en el COF de San Sebastián, la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz; en el COF del Aljarafe colaboran con donativos la Hermandad de El Rocío de Olivares, la Hermandad de Santiago Apóstol (Aznalcázar) y la de Nuestra Señora de Consolación (Carrión de los Céspedes), y de Sevilla El Gran Poder, Vera Cruz y Quinta Angustia. Por último, en el COF de Dos Hermanas participan en su sostenimiento económico todas las hermandades de Gloria y Pasión de la localidad.

“En todos los casos, colaboran en el mantenimiento económico de nuestras actividades, sean éstas de formación, de acompañamiento o de gastos generales”, señalan.

De este modo, la defensa de la vida y de la familia, y la formación de matrimonios y jóvenes, cuenta con grandes e importantes aliados en la Archidiócesis hispalense. “Sabemos que las hermandades siempre están a nuestro lado, de forma comprometida, desinteresada y altruista –agradecen los directores del COF Triana-Los Remedios-. Nos dan calor, apoyo y colaboración, estando siempre atentas a cuantas necesidades les podamos plantear. También nos envían familias y personas que precisan nuestros servicios, difunden nuestras actividades formativas y, cuando se lo hemos planteado, colaboran, si es necesario, ofreciendo sus instalaciones en sus casas hermandad. En algunos casos participamos en los mismos proyectos como por ejemplo en el Proyecto Belén, donde colaboran Las Cigarreras, las Hermanas de Nazaret, la parroquia de San Joaquín y el COF de Triana-Los Remedios”.

Esta colaboración se extiende también a la organización de conferencias, como la que el pasado año organizó el COF de Dos Hermanas, impartida por Jose Antonio Fernández, Hermano Mayor de La Macarena; o la ponencia organizada por el COF Triana-Los Remedios impartida por Marcelino Manzano, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, sobre ‘Las Hermandades en las Orientaciones Pastorales Diocesanas’ en la casa hermandad de San Gonzalo.

Por su parte, en el COF de San Sebastián, al estar en la misma sede la parroquia y la hermandad, ésta última apoya su apostolado a través de su revista, con artículos relacionados con la familia, participando la hermandad de forma activa en la formación permanente del COF y el COF en la suya.

Este panorama demuestra que la Iglesia diocesana es una gran familia, cuyas realidades confluyen y se apoyan, en la que todo el mundo tiene cabida y en la que cualquier puede encontrar ayuda. Una familia de familias, en la que, por supuesto, las hermandades cumplen un papel fundamental.