Entrevista a Manuel Palma, decano de la nueva Facultad de Teología de Sevilla
Desde el pasado 3 de octubre la Archidiócesis de Sevilla cuenta con una Facultad de Teología. Con el nombre de san Isidoro de Sevilla, esta nueva Facultad supone un paso de gigante en lo referente a la formación de sacerdotes, laicos, seminaristas y religiosos del sur de España, pues no sólo está pensada para los sevillanos, sino para todas las personas interesadas de las diócesis vecinas. El sacerdote Manuel Palma es el presidente decano de esta nueva Facultad de Teología.
¿Exageramos si decimos que esta fundación es una de las noticias más relevantes que podemos dar en clave eclesial y diocesana?
Pienso que es una noticia fundamental. Efectivamente, también a nivel eclesial porque es la Iglesia la que crea y reconoce este nuevo centro, no sólo para nuestra Iglesia de Sevilla, sino para el suroeste de la península. Por tanto, más de seis millones de personas se pueden beneficiar de este nuevo centro que pretende ser una referencia en la docencia e investigación y, en definitiva, en la promoción de una Teología que anuncie el kerigma.
No partimos de cero, ¿cuál era el panorama formativo, hasta ahora, en materia de Teología en Sevilla?
El inicio debe situarse con el canónigo Santaella, que a principios del siglo XVI fundó el Colegio de Santa María de Jesús, origen de la Universidad de Sevilla. Aunque, quizás el referente histórico más próximo sea el 4 de agosto de 1897 cuando el beato Cardenal Spínola obtiene la aprobación de la Universidad Pontificia de Sevilla. En ésta conferían sus grados las Facultades de Filosofía, Derecho Canónico y de Teología. Más recientemente, 12 de julio de 1969, el Cardenal Bueno Monreal, junto a otros obispos, crea el Centro de Estudios Teológicos (CET) de Sevilla como respuesta a una de las grandes preocupaciones del Concilia Vaticano II: la formación de los sacerdotes, seminaristas y laicos.
Nos consta que el claustro de la nueva institución está conformado por un amplio equipo de doctores y expertos en las diferentes materias teológicas…
Evidentemente el profesorado es muy rico y variado. Se trata de docentes, en su mayoría, jóvenes y muy preparados, con estudios superiores en Roma. De los 32 profesores que lo componen, al menos 25 tendrán dedicación plena para la docencia y la investigación en nuestro centro.
¿Qué estudios ofrecerá esta nueva Facultad?
En primer lugar, el Bienio Propedéutico de Filosofía, en el que se hace una introducción fundamental a través de las grandes materias de la Filosofía.
A continuación, se proponen los tres años del Primer Ciclo de Teología, en el cual se presentan materias fundamentales como Sagradas Escrituras, Cristología, Historia u otras asignaturas más pastorales.
También se incluye el Segundo Ciclo de Teología con tres especialidades: Teología Dogmática, que continúa –en mayor profundidad- la perspectiva del Primer Ciclo; Mariología – especialidad que no sorprende en una ciudad como Sevilla-; y Eclesiología, que pretende presentar las notas fundamentales de una Iglesia en salida, pastoral y misionera.
Estas tres especialidades son exclusivas de nuestra Facultad en España.
Por último, lo más novedoso es la incorporación del Tercer Ciclo Doctoral.
Junto con estas enseñanzas regladas hay también una extensión académica con titulación propia, especialmente dirigida a la actualización teológica de los sacerdotes. Así como la formación necesaria para la obtención de la DECA de Primaria y Secundaria.
Otra vertiente que se mima en este tipo de centros es la investigación, un aspecto que tampoco parte de cero en Sevilla, sino que recoge una tradición heredada del CET…
Efectivamente nuestro centro cuenta con tres publicaciones periódicas, reflejo de la investigación, tanto de nuestros profesores, como de otros docentes externos.
En primer lugar, la revista Isidorianum, cuyo número cero es anterior a la fundación del CET. Desde 1992 se publica de forma ininterrumpida, con dos números anuales. Es la revista franquicia de nuestro centro, la bandera de nuestra investigación.
Junto a ella está la revista Cuadernos Isidorianum que recoge las jornadas y conferencias que se desarrollan en el centro.
Y por último la revista Anuario de Historia de la Iglesia en Andalucía, publicada por la cátedra de Marcelo Spínola una vez al año.
La nueva Facultad llega como respuesta a una demanda. Entendemos, por tanto, que hay interés por la Teología en nuestra Iglesia local.
Yo pienso que sí, aunque también hay mucho desconocimiento. Es decir, aún hay pocas personas que conozcan la institución, pese a que es fundamental para la docencia, el estudio y la investigación en Teología. Confío que a medida que se vaya conociendo en mayor profundidad podremos propagar una cultura cristianamente inspirada.
La nueva Facultad de Teología está abierta no sólo a los sevillanos, sino a toda la Provincia Eclesiástica que incluye las diócesis de Cádiz y Ceuta, Córdoba, Huelva, Canarias, Asidonia-Jerez y Tenerife, así como a aquellas personas del sur de Portugal que estén interesadas en ampliar su formación Teológica.
Esa es la idea y el horizonte con el que la Santa Sede erige canónicamente esta Facultad, para subsanar esta deficiencia. La idea, aunque es una institución de la Archidiócesis de Sevilla, es que pueda realmente atender a esta vasta población y territorio.
Finalmente, y de forma personal, ¿qué supone haber trabajado directamente en la erección de esta nueva institución?
Ha sido una experiencia fundamental que agradezco, pero cuyo mérito corresponde al Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo. Él ha sido quien más ha promovido la fundación de esta Facultad, con empeño y diligencia. El camino comenzó hace un año y desde entonces ha pasado por distintos momentos, algunos críticos. Precisamente en ellos, la tarea del Arzobispo ha sido determinante, desbloqueando al menos en dos o tres ocasiones la fundación del centro y poniendo un interés extraordinario. El gran protagonista sin duda es él.
Mención especial merecen también los componentes de la comisión encargada para llevar a buen término la creación de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla: Miguel Ángel Garzón, co; Pablo Diez y Teresa Aguilar.
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