Círculo de Silencio por las víctimas de trata
La Delegación diocesana de Migraciones convocó un Círculo de Silencio bajo el lema ‘Amar es amar. Nada más que amar’, para “denunciar la situación de las personas que son víctimas de trata, por la injusticia económica y legal de nuestro mundo”. La cita fue ayer, 15 de noviembre, y finalizó con un gesto de acogida personal a los inmigrantes.
El objetivo de los círculos de silencio es “mover la conciencia de las personas de nuestro mundo desarrollado ante el drama que viven los inmigrantes”. Esta iniciativa comenzó en el año 2007 en Toulouse, y desde ahí se extendió por todo el mundo “como gesto que busca aglutinar a todas las personas que ven la necesidad de unirse para cambiar esta situación tan injusta y terrible”.