Archidiócesis de Sevilla

El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha escrito una carta con ocasión del Día del Seminario, que tradicionalmente se ha celebrado coincidiendo con la solemnidad de San José y que desde hace unos años se celebra el domingo más próximo. Este año se ha aplazado la campaña al 3 de mayo.

Al respecto, monseñor Asenjo ha recordado que “San José es para nosotros el hombre justo, humilde y piadoso, modelo de creyente, que junto a la Santísima Virgen María en Nazaret fue formando el corazón sacerdotal de Jesús”. Y como “rector del primero Seminario”, este santo “custodia el corazón” de los seminaristas.

Don Juan José sostiene que la celebración del Día del Seminario “nos brinda la oportunidad de valorar la vocación sacerdotal” y ha insistido en que, en este centro formativo, “se integra la belleza divina de la vocación, en cuanto manifestación grandiosa del cuidado de Dios por su Iglesia, y la responsabilidad particular que atañe a cada joven seminarista para responder a la llamada configurándose con Jesucristo Buen Pastor”. Asimismo, en su carta, ha hecho referencia a las palabras del papa Francisco que asegura que “el sacerdote es el Buen Pastor en medio de su pueblo, de manera que la vocación sacerdotal es don inmerecido, que se ha de recibir con gratitud, al mismo tiempo que entraña un compromiso generoso de respuesta”.

En esta línea opina el Arzobispo hispalense, que ha hecho hincapié en que la vocación sacerdotal es “un don al que nadie tiene derecho” y que, por tanto, “es siempre iniciativa del Señor”. Además, ha insistido en que el sacerdocio no es “una profesión o capacitación alcanzada por méritos o cualidades personales”, sino un don de Dios, “cuyo destinatario es la Iglesia, en este caso la Iglesia diocesana, que se alegra y enriquece con las vocaciones sacerdotales que surgen en su seno”.

Pastores misioneros

En su misiva el Arzobispo ha explicado el lema de la Campaña vocacional de este año: Pastores misioneros. “La Iglesia es misión, celebración mistagógica de los sacramentos y anuncio definitivo del misterio del hombre en la Resurrección de Jesucristo”, ha escrito. Por eso, y ante el “clima gélido de incertidumbre e indiferencia religiosa, el sacerdote es como una antorcha que, en medio de la noche, guía al Pueblo de Dios hacia la plenitud de vida y felicidad que sólo se encuentra en Dios”.

Respecto a la Pastoral vocacional ha destacado que “es más urgente que nunca” y que no es “canción de un solista, sino un canto sinfónico o coral en el que todos los creyentes hemos de participar, los padres y madres de familia, los maestros y educadores, los catequistas, los profesores de religión, especialmente los sacerdotes y consagrados y todo el pueblo de Dios”. Así, monseñor Asenjo recomienda implicarse en esta pastoral a través de la oración, pidiendo al Señor “la perseverancia y la fidelidad de los seminaristas y que nos conceda muchos, santos y generosos sacerdotes”.

Por último, el Arzobispo ruega que se tenga en cuenta las múltiples necesidades de los Seminarios, por lo que llama a ser “generosos” en la colecta que se destine a tal fin. “Sólo debemos garantizar el sostenimiento de los Seminarios con la ayuda económica generosa de todos los fieles de la Archidiócesis”.

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